
Los sobrecostos de los proyectos de inversión pública son un problema que ha estado agravándose. En el 2009, el 18% de las obras culminadas en los tres niveles de Gobierno –nacional, regional y municipal– presentaba sobrecostos, pero el 2024, ese porcentaje se había incrementado a 78%. ¿Qué factores generaron ese incremento de obras con costos superiores a los aprobados en la fase de preinversión? Un estudio elaborado por el BCR, incluido en el reciente Reporte de Inflación (RI) de la entidad, ofrece un análisis interesante a partir de data del Banco de Proyectos del MEF, que tiene disponibles registros de cierre de proyectos desde el 2009.
Considerando los 75,629 proyectos cerrados y concluidos hasta el cierre del 2024, el 65.5% del monto total (S/ 73,586 millones) correspondió a sobrecostos, siendo los más “encarecedores” los gobiernos regionales (81% de las inversiones). Uno de los factores es el incremento de los plazos de ejecución. En el periodo 2009-2024, el tiempo promedio de construcción de las obras pasó de 11.8 a 31.7 meses. A más demoras, las variaciones en las condiciones de mercado tienen mayor incidencia (por ejemplo, materiales de construcción y mano de obra más caros).
LEA TAMBIÉN: MEF iniciará el 2026 llevando al TC leyes que ponen en riesgo sostenibilidad fiscal
El otro factor es el humano. El estudio subraya que una gestión deficiente puede generar paralizaciones, producto de deficiencias en la planificación, falta de coordinación interinstitucional o problemas administrativos. La versión publicada en el RI no incluye una causa muy importante: el mal llamado “periodo de aprendizaje” que atraviesan las nuevas autoridades regionales y municipales durante su primer año en el cargo. Quizás si gobernadores y alcaldes entrantes no reemplazasen a funcionarios de mando alto y medio, no sería necesario que necesiten tanto tiempo para aprender. Un anterior estudio del BCR mostraba que la inversión pública subnacional disminuye en dichos años.
Habría que suponer que en la data del MEF analizada por el BCR se incluye la Refinería de Talara, el proyecto de inversión pública más oneroso de nuestra historia. La obra no solo sufrió constantes postergaciones, también se fue encareciendo. Un documento de trabajo del Departamento de Economía de la PUCP indica que se pasó de un monto estimado de US$ 1,334 millones, el 2008, a un estimado de US$ 6,650 millones al cierre del 2024, cuando la obra ya estaba culminada –aunque siguió presentando fallas este año–. Y ha seguido costando millones de soles al fisco, así que la decisión del MEF de no seguir rescatando a Petroperú es acertada.








