Redacción Gestión

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Desencuentros. Las protestas y las marchas son mecanismos que tiene la población para hacer evidentes sus reclamos, los cuales deben ser atendidos en primer lugar por el Estado. Sin embargo, por muy justos que sean los pedidos o por muy ineficiente que sea el Gobierno para atenderlos, la violencia no debe ser utilizada como argumento de convencimiento.

El derecho de cada persona termina donde empieza el derecho de los demás, por lo que estas manifestaciones no deben afectar el orden público y mucho menos generar destrozos o atentar contra la seguridad y la vida de las personas. Lamentablemente, desde hace un buen tiempo esto es lo que viene ocurriendo en diversos ámbitos del país.

Esta semana las protestas por Las Bambas también han pasado por esta situación y es lamentable, pues se trata de un proyecto que durante los primeros años se usaba como modelo de relación con las comunidades y cuya inversión llegará a los US$ 10,000 millones. Este proyecto, que debe producir desde el primer trimestre del 2016, es vital para el país, sobre todo en momentos en que el FMI ya anuncia una desaceleración de la economía para el próximo año.

En momentos como este, el diálogo entre todas las fuerzas políticas es importante y desde esta columna hemos defendido su validez, pero cuando no resulta eficaz o se torpedea desde el propio Gobierno, no se pueden esperar resultados positivos.

El premier intentó nuevamente una ronda de diálogo con los principales líderes políticos. Sin embargo, frente a algunas propuestas hechas por los mismos, la respuesta del presidente de la República no fue una saludable discrepancia sino el ataque directo, como consecuencia de ello, las conversaciones están por terminar sin pena ni gloria.

Todo esto sucede en momentos en que están por iniciarse las reuniones de las Juntas de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional y cuando hay dos temas que todavía pueden generar airadas respuestas de la población.

El primero de ellos es la norma sobre el lote 192, cuya insistencia fue aprobada por la Comisión de Energía y Minas y que seguramente, a pesar de lo solicitado por el Ejecutivo, obtendrá la mayoría de votos en el pleno (se requieren más de 66 votos) y el otro tema es el de Las Bambas.El país requiere mayor tranquilidad para tratar estos temas.