Las empresas, sean de cualquier tamaño, buscan incluir en sus equipos al mejor talento disponible. En el caso de las áreas de tecnologías tenemos un galardón mezquino y de escándalo: allí se concentran la menor cantidad de mujeres. Los problemas son varios, desde cuestiones culturales hasta los procesos de reclutamiento o las decisiones de selección. Pero el origen de todo es mucho más complejo y se trata de la educación y el acceso a la tecnología.
LEA MÁS Credicorp: las mujeres enfrentan barreras para acceder al sistema financiero, ¿cuáles son?
En mi caso personal, sentí una atracción especial desde muy joven por la tecnología. Por ello estudié Ingeniería Electrónica en la Universidad de Buenos Aires. Allí, claramente el porcentaje de mujeres que integrábamos los cursos no superaba el 10% (redondeando para arriba). Sería injusto decir que eso era responsabilidad de mis compañeros varones; esta proporción se daba porque las mujeres preferían otras carreras, o la cultura de ese entonces imponía usos y costumbres que las alejaba de este tipo de carreras.
Han pasado muchos años desde aquella época. Si bien la participación de mujeres en carreras universitarias es algo mayor que la participación de hombres según el informe “Mujeres en la Educación Superior” de la UNESCO del 2021, la dinámica cambia cuando vemos de cerca la situación en las carreras de tecnología y ciencias. Del total de mujeres que acceden a la educación superior, solo el 30% elige carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología, según detalla el estudio “Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología y matemáticas (STEM)”, también de la UNESCO.
LEA MÁS: “Las empresas deben esforzarse en generar igualdad de oportunidades para las profesionales”
El problema se agrava a lo largo de la vida laboral. Son pocas las que llegan con una carrera universitaria orientada a la tecnología, pero luego ocurre el fenómeno que yo llamo de “erosión”: las mujeres abandonan o desaceleran su carrera profesional para priorizar su vida personal.
Es fundamental apostar por promover y motivar para que más mujeres se animen al desarrollo laboral sin resignar absolutamente nada de su vida personal. Esto implica trabajar en la eliminación de la brecha salarial, la promoción de políticas de conciliación trabajo–hogar (importante para el desarrollo profesional de las mujeres y la adopción de procesos de selección inclusivos. También es importante incentivar, a través de diversos programas, que mujeres y niñas vean como una opción las carreras STEM.
La experiencia demuestra que la promoción de la inclusión y la diversidad en el ámbito laboral puede generar resultados positivos. Soy fruto de ello.
LEA MÁS: CEO de Yanbal: “Las empresas debemos fomentar un entorno en el que las mujeres puedan prosperar”
Ser mujer u hombre no pude ser limitante de nada. Al contrario, al trabajar de manera conjunta y potenciándonos entre todos se logran resultados maravillosos y superadores, porque la inclusión y la diversidad nos fortalecen.
Para que las oportunidades para las mujeres existan debemos trabajar conscientemente para romper los “techos de cristal”. No podemos lanzar los dados y esperar a que las cosas ocurran por sí solas. Aquí, no hay atajos. Todos debemos remar para alcanzar el mismo rumbo.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.