
Escribe: Jaime Dupuy, Director Ejecutivo de ComexPerú
En un contexto de alta informalidad, baja productividad y muchas brechas por cerrar, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha puesto sobre la mesa una propuesta ambiciosa y urgente: un shock desregulatorio para mejorar el clima de negocios en el país. Se trata de una iniciativa que merece respaldo político, empresarial y ciudadano, porque apunta a remover trabas innecesarias que hoy impiden que las empresas —micro, pequeñas, medianas y grandes— puedan operar, invertir y crecer con mayor libertad.
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Actualmente, iniciar o hacer crecer un negocio en el Perú puede convertirse en una carrera de obstáculos: autorizaciones duplicadas, procedimientos engorrosos, requisitos que no agregan valor. Todo esto genera costos innecesarios, desalienta la formalización y perpetúa la baja productividad. Las medidas que propone el MEF buscan corregir esto.
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Entre los ejemplos que se barajan están la eliminación de barreras burocráticas, creación de ventanillas únicas, la digitalización y simplificación de trámites, y la reducción de exigencias para la aprobación de proyectos. Estas reformas facilitarán que más proyectos y negocios se pongan en marcha, impulsando la inversión privada y la economía del país.
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Pero para que este shock desregulatorio tenga un impacto real y oportuno, creo necesario que se pida delegación de facultades legislativas, para acelerar los cambios normativos, sin quedar atrapados en la burocracia legislativa habitual. No se trata de legislar a espaldas del Parlamento, sino de contar con una vía eficiente para corregir distorsiones que nos están costando desarrollo.
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La lógica detrás del plan es clara: menos trabas para hacer empresa significa más inversión, más empleo formal, mayor recaudación tributaria y, en última instancia, menos pobreza. No hay magia, pero sí un enfoque pragmático y probado en otros contextos.
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Y aprovechar en avanzar en la agenda pendiente de temas que hoy EE. UU. identifica como barreras comerciales, pero que deberían superarse para mejorar la competitividad del país, así no sea parte de la negociación con dicho país. Temas relacionados con etiquetado de productos cosméticos, profundizar en la política de mejora regulatoria, eliminar la moratoria al ingreso y producción de transgénicos, mejorar el marco de propiedad intelectual (productos falsificados) y enfrentar a la tala y minería ilegal.
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El Perú necesita recuperar su dinamismo económico, y para ello es clave facilitar la actividad empresarial en todos los niveles. El shock desregulatorio es una apuesta valiente que debe concretarse. Con pocas aspiraciones políticas de por medio, el poco tiempo que queda por delante es una ventana de oportunidad que debemos aprovechar.