
Escribe: Claudia Alfaro, cofundadora de Kaudal
Durante años, Excel ha sido el estándar de productividad en las empresas, y de hecho en muchas empresas lo sigue siendo. Desde reportes financieros hasta gestión de inventarios, no había proceso que no pasara —al menos en algún momento— por una hoja de cálculo. Pero los tiempos están cambiando. Con la irrupción de herramientas como Microsoft Copilot, Gemini o ChatGPT, el “kit de herramientas” del colaborador moderno está evolucionando rápidamente. Y aunque muchos titulares sugieren que estas nuevas soluciones reemplazarán las anteriores, lo cierto es que estamos entrando en una etapa de colaboración entre tecnologías, no de sustitución.
El reto para los líderes no es elegir entre Excel o IA, sino aprender a integrarlos de forma inteligente, y sobre todo, ayudar a sus equipos a adoptar estas nuevas formas de trabajar.
No es el fin de Excel, es el comienzo de una nueva colaboración
Excel sigue siendo una herramienta poderosa y seguirá siéndolo. La diferencia está en cómo lo usamos. Hoy, con AI Copilot de Microsoft, o Gemini de Google, ya no es necesario recordar fórmulas complejas o pasar horas armando reportes. Basta con escribir en lenguaje natural cosas como:
“Genera una tabla con las ventas de los últimos 6 meses y resalta los productos con mayor crecimiento.” La herramienta interpreta, automatiza y visualiza. Esto no elimina el trabajo analítico: lo transforma. El colaborador ya no se enfoca solo en preparar datos, sino en analizarlos, interpretarlos y tomar decisiones con ellos. Es una evolución del rol. Y como toda evolución, exige nuevas habilidades y nuevas formas de pensar.
LEA TAMBIÉN: Los líderes del futuro ya están aprendiendo estas cinco habilidades
El nuevo Toolkit
Así como en su momento se introdujo la adopción de Power BI para visualizar mejor la información, o Power Automate para automatizar tareas repetitivas, hoy sumamos herramientas de IA para acelerar procesos cognitivos: redactar reportes, clasificar correos, resumir contratos o incluso analizar riesgos.
Esto no quiere decir que todos se vuelvan expertos en IA, pero sí que desarrollen una nueva alfabetización digital: saber cómo estas tecnologías funcionan, qué pueden (y no pueden) hacer, y cómo usarlas con criterio.
En otras palabras, el nuevo toolkit del colaborador moderno incluye:
- Herramientas clásicas como Excel y PowerPoint.
- Soluciones de automatización como Power Automate o Zapier.
- Plataformas de visualización como Power BI o Looker Studio.
- Asistentes de IA como Copilot, Gemini o ChatGPT.
No se trata de reemplazar una por otra, sino de entender cómo trabajan mejor en conjunto.
Acciones de los líderes
Uno de los mayores errores que cometen las organizaciones es implementar nuevas tecnologías sin preparar a las personas para usarlas. La transformación digital no empieza por el software, empieza por las personas. Aquí tres acciones claras que los líderes pueden tomar hoy:
1. Mapear tareas automatizables
Actualmente muchos colaboradores, sobre todo en posiciones administrativas, realizan tareas repetitivas que quitan mucho tiempo y que no están mapeadas en ningún lugar. Los líderes de cada equipo deben verificar dónde hay un potencial de automatización, y dónde la tecnología podría ayudarlos. Una herramienta que puede ayudarlos es la calculadora de Kaudal, donde en un test se puede identificar las 20 tareas donde normalmente los colaboradores pierden tiempo. Este mapeo es el primer paso para generar cambios concretos.
LEA TAMBIÉN: Inteligencia artificial: Empresas invierten, pero no ven resultados.
2. Formar embajadores de adopción digital
No basta con una capacitación aislada, y enseñarles las funcionalidades básicas de la herramienta. Las personas aprenden mejor cuando aplican inmediatamente lo aprendido. Si ya se tienen los casos automatizables, luego será necesario identificar personas que tengan afinidad por la tecnología, o que al menos quieran hacer las cosas de forma distinta, y así darles la formación extra para desarrollar la solución. Estos serán los “embajadores digital” que luego prodrán acompañar al resto del equipo y facilitar el cambio desde adentro.
LEA TAMBIÉN: ¿El SaaS tiene una fecha de expiración?
3. Reconocer y compartir casos de éxito
Cuando alguien automatiza una tarea con IA o mejora su productividad usando una nueva herramienta, celébralo y compártelo. La adopción se multiplica cuando se ve el beneficio en acción, no en teoría. Además, se crea el sentimiento de querer superarse, y más aún si se abren oportunidades para personas que quizás no las tendrían de otra manera.
El toolkit del futuro es humano + IA
El futuro del trabajo no será dominado por quienes más sepan de tecnología, sino por quienes mejor sepan colaborar con ella. Las herramientas seguirán evolucionando, pero el liderazgo, la empatía, la curiosidad y la capacidad de aprender seguirán siendo profundamente humanas.
Como líderes, el desafío no es solo adoptar nuevas soluciones, sino crear una cultura donde las personas quieran, puedan y se atrevan a usarlas.
“La tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón.”
— Jane Goodall
