Contrario a lo que sostiene el MEF, hay cada vez menos señales de optimismo económico. El miércoles pasado la Fed volvió a elevar su tasa de interés en 75 puntos básicos. Fue su quinta alza desde marzo y la tercera consecutiva de la misma magnitud con el objetivo de controlar una inflación persistente, pese a que la medida enfría su economía y aumenta los riesgos de recesión. Para el Perú, además del golpe al crecimiento de un aliado comercial de peso, supone el alza del costo de financiamiento en dólares, lo que ajusta más a la inversión privada, que vive casi paralizada por la crisis política.