(Foto: GEC)
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Mauricio Olaya, socio principal y director del área de Derecho Corporativo del Estudio Muñiz

En los últimos días se ha venido hablando mucho de la inyección de liquidez que generará el programa Reactiva Perú. Sin querer, desconocer las bondades del mismo quiero referirme a algunos casos (cuatro) que Reactiva no reactiva.

CASO 1

A empresas que venían con problemas financieros previos. Esto se evidencia con el grado de calificación crediticia con el que deberán contar las empresas como requisito de la norma para acceder al programa. Lo lamentable en este caso es que existen muchas empresas que por distintas razones (la economía no venía bien ya desde hace algún tiempo) podrían haber desmejorado su calificación crediticia producto de reprogramaciones de sus créditos o de situaciones que debieron enfrentar el último año, pero de las que venían saliendo y que esta coyuntura las ha vuelto a poner en “jaque”.

¿No habría sido mejor permitirle a las entidades del sistema financiero algún nivel de discrecionalidad? Igual tengamos en cuenta que el programa no ha salido con 100% de garantía del Estado y, por ende, las entidades financieras igual deberán actuar seguramente con un nivel de prudencia esperado en una actividad tan regulada como la suya y que tendrá igual un riesgo asumido por el margen de garantía no cubierto por el Estado.

CASO 2

A empresas que el sistema considere inviables para una devolución de capital e intereses en dos años luego de terminado el periodo de gracia de un año previsto en el programa Reactiva. Imaginemos ciertos negocios que probablemente y hasta que no exista una vacuna contra la enfermedad (Dios mediante mediados del 2021) van a ver mermados sus ingresos más allá de que el aislamiento social obligatorio haya disminuido significativamente.

Y es que mientras no exista la vacuna lo que se mantendrá es el miedo de las personas a las aglomeraciones en sitios cerrados. Así, pensar que algunas empresas relacionadas con esas actividades vayan a superar una evaluación de riesgo para fines de un repago de capital e intereses en dos años resulta de baja probabilidad.

En estos casos debería existir un programa de plazo mayor que permita un repago del crédito teniendo en cuenta el plazo de recuperación razonable por el tipo de actividad. Por ahora todos están en el “mismo saco” de los tres años (uno de gracia y dos para pagar) sin importar cuándo se estime que se producirá la normalización de sus flujos.

CASO 3

Las empresas dedicadas a ciertas actividades que para fines de exclusión han sido comparadas con otras, como la prostitución, actividades pornográficas y de comercialización de estupefacientes. Y honestamente “no llego a entender” la razón por la cual han sido excluidas las empresas que realizan actividades de juegos de azar, casinos y similares que son perfectamente legales a la fecha y generadoras de altísimos niveles de empleo y, además, contribuyentes de los cuales el Estado ha obtenido de alguna manera los recursos o espalda que le permiten hoy poner en marcha este programa Reactiva.

O por qué ha excluido a las productoras de bebidas alcohólicas distintas al pisco, vino y cerveza (como el ron, el gin y otras bebidas producidas por añejos y juveniles reconocidos productores nacionales) o los propios productores de tabaco que finalmente ya han sido sometidos a marcos regulatorios muy exigentes, pero ¿excluirlos ahora de un programa como Reactiva igualando dichas actividades con el narcotráfico, la prostitución y el tráfico de armas? (honestamente resulta un despropósito).

CASO 4

A los que no les alcance. Y es que como sabemos el monto máximo al que podría accederse con Reactiva es de solo hasta 10 millones de soles, que para un buen número de empresas, incluso medianas, en ciertas actividades muy afectadas por la paralización súbita de actividades, no significa un importe suficiente para salir del embrollo (ni sumándole el resto de medidas dictadas por el Gobierno).

Esperamos que para algunas empresas de gran tamaño, gran nivel de empleabilidad y, por ende, ahora en grandes problemas puedan haber grandes soluciones y algunos programas sectoriales (Reactiva 2) hechos a su medida.