Presidenta del Comité Nacional de Empresas y Derechos Humanos de la CONFIEP
Cuando Eleanor Roosevelt, René Cassin y Jacques Maritain idearon la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada el 10 de diciembre de 1948, establecieron 30 derechos humanos, universales para todos los pueblos y naciones del mundo. Su finalidad es que tanto las personas como las instituciones -basados en los ideales de libertad, justicia y paz-, promuevan el respeto a estos derechos y libertades, así como su progresivo reconocimiento, donde la dignidad de la persona humana ocupe el centro de la toma de decisiones de todos.
No fue sino hasta el 2011 que se estableció un estándar de derechos humanos aplicable a las empresas, los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos. En el Perú, los Principios Rectores conjuntamente con los estándares de Conducta Empresarial Responsable (CER) de la OCDE, orientaron la elaboración del Plan de Empresas y Derechos Humanos. Actualmente, sirven de guía para que las empresas (y el Estado) puedan transversalizar el enfoque basado en derechos humanos dentro de sus organizaciones y en su relación con sus partes interesadas a nivel operativo.
Se espera que las empresas adoptemos un compromiso al más alto nivel con los derechos humanos que se refleje en nuestro buen gobierno corporativo. Gestionemos adecuadamente los riesgos e impactos en los derechos humanos según nuestro tamaño, naturaleza, contexto y riesgo, contemos con mecanismos de consultas, quejas y reclamos, incorporemos un componente de capacitación, entre otros.
Cuando las empresas respetamos y promovemos los derechos humanos y la CER generamos valor y contribuimos con el desarrollo económico, ambiental y social, a la par que aseguramos nuestra competitividad ante un mercado global cuya ciudadanía y las nuevas generaciones esperan adquirir bienes y servicios con estos estándares.
Con nuestra capacidad de influencia podemos contribuir con prevenir riesgos o impactos en los derechos humanos o promoverlos. Si bien el reto es grande, desde la CONFIEP anunciamos el lanzamiento de la Semana de los Derechos Humanos y la Conducta Empresarial Responsable con la finalidad de priorizar la importancia de su respeto y promoción, de acuerdo con nuestras líneas de acción: Promover buenas prácticas en CER, fortalecer capacidades y avanzar progresivamente en la implementación del Plan de Empresas. Esto último debido a que se han agravado algunos problemas estructurales de nuestro país como el incremento de la pobreza, la informalidad, la caída del empleo formal, las pocas expectativas de inversión pública y privada, el bajo crecimiento del PBI o la inflación que impactan en la calidad de vida de todos los peruanos y en el nivel de resiliencia del tejido empresarial.
Esto no lo lograremos solos, se requiere del compromiso y la acción de todos, con base a un real sentido de responsabilidad, la generación de valor compartido y el bien común. Porque, como dijera Rutger Bregman, no hay nada más poderoso que las personas que hacen algo porque quieren hacerlo.