Confianza en el equipo gerencial

Para que un equipo gerencial funcione en forma óptima es imprescindible que exista confianza entre sus miembros, lo cual no es lo mismo que amistad. La primera es una necesidad para el buen funcionamiento del equipo, la segunda es una elección de cada uno, es opcional.

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En el informe “¿Por qué la confianza es clave para el éxito del equipo?”, la prestigiosa institución Center for Creative Leadership nos dice: “Cuando hay confianza, las personas dan un paso al frente de manera voluntaria, trabajan en forma óptima, conjunta y eficiente, adoptan un propósito común, asumen riesgos, piensan en forma creativa, se ayudan mutuamente y se comunican de manera abierta y sincera. Cuando no la hay, las personas compiten por los puestos, acaparan la información, no asumen riesgos y hablan de los demás en vez de hablar entre ellos mismos”.

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Por cierto, la confianza no surge espontáneamente, sino más bien es el resultado de contar con personas que reúnan tres condiciones: capacidad, integridad y lealtad. Cuando hablamos de capacidad nos referimos a las competencias y experiencia acumuladas por la persona, las cuales tienen que estar en sintonía con las necesidades del puesto que ocupa. Si nos referimos a integridad estamos hablando de su ética, sus valores y la coherencia de los mismos con los valores de la empresa. Y, si se trata de lealtad, estamos hablando de no traicionar la confianza depositada, no confundiendo ésta con complicidad.

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Siendo la confianza tan importante para el funcionamiento de un equipo, es labor prioritaria del líder fomentarla, trabajando día a día en ello. Para lograrlo deberá predicar con el ejemplo demostrando honestidad en todos sus actos, dedicando el tiempo que sea necesario para retroalimentar a sus miembros y buscando siempre que el éxito del equipo esté por encima de su éxito personal.

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Dejamos para el final lo más importante en el accionar de un líder que busca generar confianza: la comunicación, reconociendo que la principal característica de un buen comunicador es el saber escuchar. Si esta comunicación de dos vías es efectiva, logrará inspirar a su equipo de forma tal que sean capaces de mover montañas para lograr resultados cada vez mayores.