Gerente Central de Maximixe Inversiones
Una compra apalancada (LBO, por sus siglas en inglés) es una operación en la cual el 60% a 70% del precio de compra es pagado con financiamiento. El saldo es proveído por inversionistas de capital privado.
La deuda debe ser pagada en el mismo plazo de la inversión de capital, que suele ser entre cinco y siete años, teniendo como rendimiento objetivo, entre 10% y 15%. La deducibilidad de los intereses de la deuda genera ahorros tributarios.
Las empresas atractivas para LBO desde la perspectiva de los inversionistas de capital privado suelen tener: (i) activos fijos valiosos, (ii) flujos de caja estables y con certidumbre, y (iii) bajos niveles de servicio de deuda.
Para optimizar el valor de su inversión, los inversionistas de capital privado impulsan acciones para mejorar la situación económica financiera de la empresa adquirida y/o haciendo crecer a la misma realizando otras adquisiciones.
Los inversionistas de capital privado buscan estructuras de financiamiento que les permitan alcanzar sus rendimientos objetivo, incluso a través de dividendos y pago anticipado de deuda en el momento de la venta de la empresa adquirida.
Una LBO exitosa depende de la capacidad de los inversionistas de capital privado para obtener el financiamiento requerido para adquirir la empresa objetivo.
Los bancos de inversión juegan un papel fundamental en este tipo de operaciones como organizadores/aseguradores de la deuda utilizada para financiar el precio de compra.
Oportunidad
La deuda utilizada en una LBO se obtiene mediante la emisión de varios tipos de préstamos, valores y otros instrumentos que se clasifican en función de su estado de valor y antigüedad en la estructura de capital.
Si usted ha identificado una oportunidad para la compra de una empresa bajo una operación LBO puede constituirse en un inversor de capital privado que articule la participación de otros pares (que pueden ser fondos de capital privado, family office, entre otros) para que en conjunto busquen el financiamiento requerido para el pago del precio de compra de la empresa objetivo, convirtiéndose en el articulador de la generación de valor que se requiere para optimizar la inversión de capital privado en la LBO.