Economista, docente de la Escuela de Posgrado de la U. Continental
- Alrededor del mundo se observan tasas de inflación mucho más altas que las registradas en mucho tiempo. En Estados Unidos, en Europa, en América Latina y en muchos países de Asia, la inflación en el 2021 se incrementó en varios puntos con respecto a la media de la década pasada. Según el FMI, la inflación promedio mundial pasó de 3.5% en el 2010-2020, a 4.7% en el 2021 y proyecta que este año llegará a 7.4%.
- Aunque el peso los factores detrás de la aceleración de la inflación varía de una economía a otra, un factor común es la masiva inyección monetaria con que se enfrentó la pandemia del COVID-19. También juegan un rol importante los shocks de oferta que afectaron los precios de commodities como el petróleo y muchos productos agrícolas. Para el 2021, los precios de los fertilizantes habían sufrido un aumento del 62% con respecto al año 2019, y hoy el petróleo registra el precio máximo en más de siete años. Esta inflación importada se vio agravada por los problemas que han afectado el comercio marítimo (reflejado en un inusitado incremento en los fletes) y, más recientemente, por los efectos de la guerra en Ucrania.
- Recordemos que la expansión monetaria para mitigar los efectos macroeconómicos de la crisis sanitaria se dio en un contexto de tasas de interés muy bajas por mucho tiempo y que habían promovido el incremento de los precios de muchos activos financieros y de los bienes raíces. A fines de 2021, la sobrevaloración de las bolsas alrededor del mundo era un motivo de preocupación y la corrección de estos mercados era inminente. Ya se ha visto parte de este ajuste en los mercados financieros y muchos creen que este seguirá en los siguientes meses; lo mismo ha sucedido con los mercados de bienes raíces en muchas regiones.
- En este contexto, tenemos que decidir qué hacer con nuestros ahorros. ¿Cómo los protegemos de la inflación y de la corrección que viene ocurriendo en los mercados de activos? Si usted, frente a la incertidumbre política de fines del año pasado optó por reducir su posición en soles y compró dólares, ha hecho una buena pérdida hasta el momento. Si invirtió en la BVL tras la subida de comienzos de año, en los últimos dos meses ha sufrido el fuerte ajuste en los precios de la mayoría de las acciones (entre otras razones, por la decisión del Congreso de autorizar nuevos retiros de los fondos administrados por las AFP). Claramente, proteger nuestros ahorros en el actual contexto no es tarea fácil. Y obtener un consejo no sesgado de los especialistas, tampoco.
- El BCRP ha subido rápidamente su tasa se interés de referencia; tras nueve subidas, esta pasó de 0.25% a 5%. Se optó por aumento bastante agresivo para hacer frente al desequilibrio monetario y al aumento de la inflación, que ahora bordea el 8% anual. ¿Seguirá subiendo su tasa de referencia? Probablemente, pero no creo que mucho más. La desaceleración de la economía y, con suerte, las primeras señales de la desaceleración de la inflación frenarán el ímpetu contractivo del banco central.
- A pesar de esto, se anticipa que las tasas pasivas en soles suban rápidamente y que el actual diferencial entre las tasas en soles y en dólares se mantenga. Mientras las bolsas se terminan de corregir y los bienes raíces también, destinar un mayor porcentaje de la cartera a depósitos a plazo en soles parece razonable. Un “wait and see” que no va a ser muy costoso y que le permitirá dormir más tranquilo en este ambiente de inestabilidad política y volatilidad financiera. Claro que, si le gusta la timba, allí está la bolsa de valores. Y si cree que el gobierno va a seguir decepcionando al mercado, puede refugiarse en el dólar, pero en un contexto de alta inflación y tasas bajas.