El mundo laboral se encuentra en constante cambio y evolución. Sin embargo, frente a una nueva revolución tecnológica, como lo será la Inteligencia Artificial en el trabajo, el cambio será mucho más rápido. Y esto se puede ver reflejado en el estudio de “El futuro de los empleos” del 2023 del Foro Económico Mundial, donde se indica que el 34% de la fuerza laboral va a tener que pasar por un proceso de ‘reskilling’ y ‘upskilling’.
Para las personas que aún no están familiarizadas con estas palabras, estas son herramientas para seguir capacitando y aumentando las aptitudes laborales de los empleados. La diferencia es que en el ‘reskilling’ se forma a los empleados con nuevas habilidades y competencias para cubrir un nuevo puesto dentro de la empresa, mientras que en el ‘upskilling’ se forma con nuevas habilidades y competencias para aumentar su productividad en su labor actual.
Para este momento, todas las personas que trabajamos en una empresa, o haciendo empresa, deberíamos estar preguntándonos cómo las nuevas tecnologías facilitarán nuestros trabajos o cómo nos pueden ayudar. Ya no es aceptable el comentario de “pero siempre lo hemos hecho así” o “eso no va a llegar nunca a nuestra empresa”. Comento esto dado que aún existen personas que piensan que la tecnología no va a tocar su trabajo o las tareas que hace, y creo que es importante recalcar que esto no es cierto. No importa el trabajo que hagas, seguramente hay una tarea dentro de él que pueda ser resuelta con tecnología, y por eso es importante que sean las propias personas que trabajan en ello quienes se apropien de mejorar y optimizar sus tareas.
De hecho, en este mismo estudio se indica que el 42% de las tareas serán automatizadas para el 2027. Pero eso implica que sea la propia fuerza laboral la que se encargue de hacerlo, dado que para el 2030 solo el 1% de la fuerza laboral serán programadores. Por ello que esta nueva revolución es importante, dado que ha democratizado el acceso a crear con tecnología, y con ello poder optimizar nuestros trabajos. Todas las personas ya pueden acceder a estas herramientas, que ahora están pensadas para perfiles que no tienen conocimiento previo en código y que las ayuda a construir sistemas y aplicaciones que faciliten su trabajo.
Entonces, cómo se deben preparar las empresas y los colaboradores:
Capacitaciones micro-learning, con objetivos claros y aplicadas
Debido a la crisis y luego de pandemia, los presupuestos más afectados en las organizaciones fueron los de capacitación. Pero la realidad es que en una empresa el bien más preciado son los colaboradores y los conocimientos que tienen para hacer mejor su trabajo. Ahora, sí es importante que estas capacitaciones vean sus frutos rápidamente, para así poder justificarlas. Es por ello que al enseñar nuevas tecnologías, o incluso las que ya se tienen, es mejor ir con un objetivo laboral claro de cómo quieres aplicarlas en tu trabajo. De esta manera, no solo se aprende sobre herramientas, sino que se puede tener casos de uso de cómo utilizarlas y ver el beneficio al instante.
Colaboradores deben desarrollar la habilidad de autoaprendizaje
Aunque son las empresas las que tienen que capacitar a sus propios colaboradores, la realidad es que la tecnología avanza tan rápido que no alcanzará el tiempo para que lo hagan al cien por ciento.
En el autoaprendizaje, el alumno tiene todos los medios necesarios para poder aprender solo. Muchas personas aún esperan tener un profesor delante de ellas y poder hacerles las preguntas solo a él, en lugar de quizás ir a buscarlas por sí solas. La curiosidad y el poder ser un aprendiz de por vida será una de las habilidades más importantes en el futuro. El rol de la empresa en este punto es poder motivar, dar accesos, objetivos claros y expectativas en cuanto a su trabajo. Es decir, no solo es abrir la puerta a contenido, sino que debe haber un objetivo asociado con su trabajo y una recompensa por ello. De lo contrario, puede que estos programas no tengan el éxito esperado.
Reclutamiento con un enfoque de skills-first
En un enfoque de habilidades-primero, se evalúa el potencial de los candidatos para adaptarse a las necesidades y desafíos de la organización, así como su capacidad de aprendizaje y desarrollo. A diferencia del reclutamiento tradicional, el cual se enfoca en los requisitos formales y las credenciales de los candidatos. Al cambiar este enfoque se podrá acceder a mucho más talento diverso y con alto potencial.
Para finalizar, es importante indicar que la adaptación dependerá de cada uno de nosotros y cómo aprovecha la tecnología para seguir creciendo, recuerden: “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, ni el más inteligente, sino el que responde mejor al cambio”. - Leon C. Megginson