Escribe: Janine Belmont, CEO de Yanbal.
Solemos decir que “una mujer empoderada es capaz de cambiar al mundo”. Pero, ¿cuánto camino tiene que recorrer para realmente sentirse así? Cada vez hay más estudios que nos demuestran los enormes desafíos de ser mujer: una de cada tres mujeres han sufrido de violencia física y/o sexual en algún momento de su vida (OMS, 2021). En Latinoamérica y el Caribe se ha visto que una de cada tres mujeres dependen de los ingresos de otras personas para subsistir (Cepal, 2021). Por otro lado, en Europa, cuatro de cada cinco mujeres del Reino Unido no se sienten cómodas con su propia apariencia y un 66% cree que no es lo suficientemente hábil en el trabajo que realiza (GeeHair Study, 2022).
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Cada uno de estos resultados habla sobre un desafío en un ámbito distinto, pero todos impactan directamente en una sola cosa: nuestra autoestima. Entonces, como mujeres, ¿cómo logramos sentirnos verdaderamente empoderadas y capaces de lograrlo todo? No tengo una receta mágica, pero sí puedo dar fe, porque tengo el privilegio de verlo desde la primera fila, que cuando una mujer trabaja en ganar independencia económica, en tener una autopercepción positiva y en cultivar relaciones saludables con todos quienes la rodean se construye una base sólida para salir al mundo y seguir creciendo.
La independencia económica es la rueda que echa a andar el bienestar personal, profesional, familiar y social. Pero ser y sentirse poderosa pasa, también, por tener una autoestima fortalecida. Por sentirte capaz de construir tu verdadera misión. Cuando esa base está asegurada, empiezas a lograr metas, hacer realidad sueños, cambiar tu vida y la de quienes te rodean. Hay una transformación personal, pero inicias un verdadero cambio social.
Es crucial que todas las empresas reafirmemos nuestro compromiso de fomentar un entorno en el que las mujeres no solo puedan prosperar, sino también brillar con luz propia, demostrando que, unidas, somos poderosas. El impacto positivo en la vida de las mujeres no es solo un objetivo, sino la misión principal de la empresa que lidero ya sea a través de crear oportunidades de emprendimiento o impulsar el autoestima de más de 100,000 mujeres.
Creo que todas tenemos el potencial para sentirnos poderosas. Capaces de formar empresa, de sentirnos realizadas y de crecer haciendo crecer a las demás. Creo en el enorme potencial del cambio social que es consecuencia de cada empoderamiento individual. Creo firmemente que mujer es poder.
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