Carmen Muñoz Román, miembro de WCD Perú
Hoy que la expectativa de vida es mucho más larga, necesitamos pensar qué vamos a hacer con toda la energía que nos queda luego de culminada nuestra etapa ejecutiva.
Luego de haber transitado por ese camino, mientras somos novias, esposas, madres, hijas, colegas, jefes, y luego “por fin” estamos en la cúspide, tenemos que pensar en qué vamos a aplicar todo el bagaje que acumulamos en estos roles. Es mucho lo que se aprende en este camino, en lo académico, profesional y personal.
En Perú, las mujeres solo son el 14% de los CEO y ocupan el 30% de los puestos directivos; no estamos en más del 22% de los directorios.
La oportunidad es grande para abrirse camino. Un camino donde aportaremos diversidad de pensamiento, de género, de visión, de experiencia funcional y de toma de decisiones, y el pensamiento crítico.
Identifico seis pasos que se deben dar para desarrollarse en esta carrera; estar en el nivel más alto en una empresa, antes de ser emprendedor por supuesto:
1- Reflexión. Lo que queremos hacer después de terminar nuestra carrera ejecutiva. Dado que la carrera de directoras usualmente se nutre de nuestra experiencia y contactos forjados en la etapa ejecutiva, es importante vernos dentro de 5 o 10 años.
2- Educación. Antes de empezar, es indispensable prepararse para ser directora. No basta haber sido “gerente general” ni tener “contactos”. Hay que estar debidamente capacitada en los diferentes aspectos del puesto: legales, compliance, financiero, comercial, entre otros. Considero muy importante haber realizado un programa para directores. Hoy existen muy buenos en el país. Además, cursos de actualidad en ESG, inteligencia artificial, finanzas, etc.
3- Elegir un área de expertise. Hoy las empresas buscan personas con formación integral, pero con una especialidad que se complemente con los otros directores. Así que debemos conocernos. ¿En qué somos fuertes?, ¿qué podemos aportar? Si es en más de un área, mejor. Y lo que digamos tiene que ser ampliamente verificado.
4- Reformular nuestra red de contactos para esta nueva etapa. Serán directores, accionistas de empresas, head-hunters.
5- Gestionar nuestro tiempo. Es diferente la labor para una empresa o grupo empresarial a cargo de una persona o un directorio, a varios directorios, con varios temas y diferentes demandas de tiempo. Uno se puede desordenar fácilmente.
6- Capacitarnos permanentemente y no pensar que lo sabemos todo. Cada empresa que nos invita a un directorio requiere de nosotros para ayudarlas a pensar en sus proyectos a largo plazo, a diversificar su negocio, a internacionalizarse, a diversificar, a profesionalizarse, a transferir la empresa a la siguiente generación. Debemos estar permanentemente preparadas y al día.