Director de la Carrera de Economía de la U. Lima
“Si llorando se grita para callar / y callando se ahoga la libertad”, nos decía Chabuca Granda en su composición “El surco”. Palabras que debemos tener presentes en estos tiempos difíciles por los que estamos atravesando como país, como nación en permanente formación. No podemos como sociedad quedarnos en la continua queja, en la sombría aceptación de una realidad que nadie merece, no debemos callar sobre los graves errores de los poderes Ejecutivo y Legislativo. No podemos pasar por alto las claras muestras de corrupción en los últimos años en los sectores público y privado, los hospitales no terminados a lo largo de todo nuestro territorio o la forma como funcionaba el llamado Club de la Construcción, solo por mencionar algunos casos. Todo ello es un insulto a todos los peruanos, pero, por sobre todo, es una terrible ofensa que muestra gran indiferencia hacia los millones de personas que lamentablemente aún se mantienen por debajo de la línea de la pobreza. Es fundamental corregir el rumbo y todos tenemos un grado de responsabilidad en esa tarea.
La corrupción es una especie de cáncer que debe combatirse a tiempo para evitar terminar destruyendo una sociedad. Es un factor que no contribuye a la correcta administración económica de un país. La corrupción no permite que los recursos se asignen a las actividades más rentables y con un mayor efecto multiplicador del bienestar; por el contrario, los siempre escasos recursos se orientan hacia aquellos que tienen mayor influencia en las decisiones políticas y adicionalmente se genera desánimo y fuga de capitales. Se afecta el llamado clima de inversión, se hace difícil tomar la decisión de invertir en un país donde todo puede cambiar de un día a otro, donde la posibilidad de pensar en un futuro predecible es casi un albur. La corrupción también rompe con la meritocracia que, aunque tímidamente, se empezó a construir en el Estado peruano en los últimos años; ya no son los mejores los que se encargan de la cosa pública, sino los amigos del poder. A pesar de lo anterior, es fundamental reconocer que la autonomía constitucional de algunas instituciones y el orden meritocrático construido a lo largo de los años han permitido que el grado de deterioro no sea mayor; tales son los casos del Banco Central de Reserva y de la Superintendencia de Banca y Seguros, solo por mencionar dos de las instituciones del Estado peruano que sí funcionan adecuadamente, y que es fundamental preservar.
La corrupción, como afirma Raimundo Soto, profesor de la Universidad Católica de Chile, “también tiene implicancias éticas, políticas y sociales y puede ser analizada desde esas perspectivas. No obstante, el análisis de la corrupción desde una óptica económica aporta elementos para el diseño de estrategias que permitan combatirla y mitigar sus efectos más dañinos” (Soto, 2003, p. 25). Hay también aspectos culturales e históricos que afectan los niveles de corrupción en un país, como menciona Alfonso Quiroz en su libro Historia de la corrupción en el Perú. Asimismo, es necesario recordar que la corrupción se presenta en todo el mundo, pero, según el Banco Mundial, “su incidencia suele ser mayor en países con instituciones débiles y que a menudo se ven afectados por la fragilidad y los conflictos” (Datos básicos: La lucha contra la corrupción, 2020).
En estos tiempos aciagos, se requiere de hombres y mujeres rebeldes, de aquellos que Albert Camus, Premio Nobel de Literatura 1957, definió como seres humanos con la capacidad de decir no ante situaciones injustas, por lo tanto, capaces de decir no a la corrupción.
No perdamos el optimismo ni el entusiasmo juvenil de creer que sí es posible construir un Perú mejor, un Perú del cual nos sintamos orgullosos y que se convierta en el mejor homenaje para todos los que nos antecedieron y se esforzaron en la construcción de una sociedad más justa y libre. Recordemos nuevamente a Chabuca Granda cuando mencionaba que “está tendida la mesa de la esperanza / y en el mantel de alborada / brilla la luz para la fruta que sueña María sueños”.
La lucha contra la corrupción. ( 19 de febrero de 2020 ). Banco Mundial. https://www.bancomundial.org/es/news/factsheet/2020/02/19/anticorruption-fact-sheet
Quiroz, A. ( 2019 ). Historia de la corrupción en el Perú. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Soto, R. ( 2003 ). La corrupción desde una perspectiva económica. Estudios Públicos, 89, pp. 23-62. https://www.flacsoandes.edu.ec/sites/default/files/agora/files/1275931953.raimundo_soto.pdf