Escribe: Mónica Berger, Consultora de LHH Perú.
Cada vez más las organizaciones reconocen el valor del coaching ejecutivo como un proceso que ayuda a los líderes y los equipos a lograr y mantener el mejor desempeño. Para facilitar ese proceso los assessments (evaluaciones) como las pruebas psicológicas ayudan a entender características personales, habilidades intelectuales, motivaciones y tendencias. Para que los ejecutivos puedan desarrollar y adueñarse de la o las competencias, el proceso de coaching puede tener cinco etapas que, contando con información de assessments, puede ser más rápido y eficaz:
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Conciencia: A través de los resultados de una evaluación de desempeño o a través del feedback del jefe, de un compañero, de un reporte o del coach y, sobre todo, a través de pruebas de perfil profesional y de una evaluación 360, la persona se da cuenta que hay comportamientos que necesita cambiar. Es decir, toma conciencia de una incompetencia –una oportunidad de mejora– hasta ese momento inconsciente.
Aceptación: Sucede cuando la incompetencia hasta ese momento inconsciente se hace consciente. Es decir, cuando se toma conciencia de la oportunidad de mejora y se está de acuerdo en cambiar o mejorar el comportamiento. Este proceso de aceptación se facilita al contar con la información que permiten los assessments.
Desarrollo de habilidades: Se adquieren a través de la puesta en práctica de tareas que el/la coachee ha considerado en su plan de acción. Acciones que se pueden definir mejor a partir de la información de los assessments, la que permite identificar los objetivos del programa.
Cambio de comportamiento: Ocurre cuando se crea un nuevo enfoque o se cambia la forma de pensar sobre una situación, rompiendo paradigmas. Esto se va logrando a través del proceso de coaching y la práctica de aplicar la competencia de manera consciente.
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Maestría: El dominio se logra cuando el nuevo comportamiento se hace propio y fluye de manera natural, cuando la competencia que se ha adquirido se realiza de forma inconsciente.
Durante estas cinco etapas, podemos ver cuánto facilitan los assessments el proceso de coaching ejecutivo. Es como contar con un sistema GPS que permite identificar las oportunidades de mejora del coachee y marcar la ruta del proceso de coaching.
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