Head of CoE Data & AI in Canvia
Hoy en día, el eterno debate del rol de la tecnología y su impacto en la sociedad ha cobrado mayor importancia con la reciente publicación de la Política Nacional de Transformación Digital (PNTD) al 2030 que desarrolla una serie de lineamientos claves para la digitalización con un enfoque integral que requiere de la sinergia entre todos los actores claves: Gobierno, sector privado, sociedad civil, academia y ciudadanía en general.
Una de las soluciones claves que movilizará la digitalización del país será la inteligencia artificial (IA). Su múltiple uso está transformando la sociedad desde mejorar la eficiencia y la atención en las tareas cotidianas hasta plantear nuevos roles y competencias en los equipos de trabajo. Con la Ley 31814, se busca impulsar el uso de la IA en beneficio del desarrollo social y económico del país; sin embargo, esto ha generado cierta preocupación en cómo afectará el rol de los colaboradores y sus puestos de trabajo. No obstante, es necesario reconocer que la relación entre tecnología y empleo puede generar tanto desafíos como nuevas oportunidades.
En el estudio reciente “IA Generativa para todos” realizado por una consultora de tecnología, se analizó cómo la introducción de la IA generativa impacta en el trabajo de los colaboradores. Los principales resultados fueron que, de las 13 tareas principales de dicha área, solamente cuatro tareas repetitivas pudieron ser completamente automatizadas. Asimismo, cuatro permanecieron sin cambios y cinco se reinventaron para permitir una colaboración más eficaz entre humanos y la IA. En este último caso, ambos tenían que cooperar conjuntamente para responder consultas específicas de los clientes.
En síntesis, los resultados señalan que, si bien la IA generativa puede generar contenido amigable y dar soluciones eficientes a tareas repetitivas, su desarrollo se limita a las combinaciones y patrones existentes en los datos generados. En otras palabras, la innovación y la originalidad provienen de la capacidad humana para pensar más allá de las limitaciones y romper las barreras establecidas, implementando nuevos patrones para desbloquear el máximo potencial de la herramienta.
Otro estudio realizado por la Universidad de Stanford y el Instituto de tecnología de Massachusetts reveló que los empleados de servicio al cliente de una compañía con acceso a estas herramientas mejoraron su productividad en un 14% con respecto a los que no las utilizaron. Esto nos permite deducir que la herramienta es también un conductor vital para liberar la máxima capacidad de la productividad humana, donde la combinación de tareas humanas, automatizadas y mejoradas permitirán diseñar un mejor producto y brindar un mejor servicio a los usuarios finales.
Consideremos que, al utilizar la IA de manera ética y responsable, se podrá aprovechar su potencial para mejorar la calidad del trabajo, impulsar la innovación y crear una fuerza laboral adaptada al futuro. Si bien es cierto que algunos puestos de trabajo pueden ser reemplazados por máquinas, también se abren nuevas oportunidades para el crecimiento y la innovación. La IA no es una amenaza directa para el empleo humano, sino una herramienta que puede mejorar nuestra capacidad para resolver problemas y alcanzar nuevos niveles de eficiencia y productividad.
En este contexto, el PNTD será clave para impulsar y garantizar la conectividad en todo el país, a través del desarrollo de servicios digitales y la lucha contra la ciberdelincuencia. Asimismo, será esencial para ello, que los gobiernos, las empresas y las instituciones educativas colaboren en el desarrollo y promoción de políticas y programas de capacitación en habilidades digitales para preparar a los trabajadores del futuro.
Con una planificación cuidadosa y una mentalidad de colaboración, podemos garantizar que las soluciones digitales se conviertan en una herramienta para mejorar nuestras vidas y fortalecer el mercado laboral, en lugar de ser una fuente de preocupación.