Alejandra Campero, Procurement & Sustainability director de Backus
El Día Mundial del Agua, fecha proclamada por la ONU, se conmemora desde hace 30 años con el objetivo de concientizar y fomentar el uso sostenible del recurso hídrico en todo el mundo. De acuerdo con la ONU, alrededor del 36% de la población mundial viven en regiones con escasez de agua y el 52% experimentará una severa escasez hacia el año 2050.
Este año, el lema que acompañó esta fecha es “Acelerar el cambio”, haciendo un llamado a la acción para que los ciudadanos, empresas y gobiernos se unan en favor del agua y acelerar los avances para frenar la escasez de este recurso que impacta en salud, educación, y alimentación, entre otros.
En Perú, al cierre de 2022, el Gobierno declaró en emergencia 111 distritos en 14 provincias de Arequipa y Puno, debido a que atravesaron la peor sequía de los últimos años por la falta de lluvias, y sufrieron pérdidas de cultivos como la papa, el maíz, la cebada, la arveja, afectando aproximadamente a 3 mil comunidades de la sierra del centro y sur del país. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud señaló que la situación hídrica de Lima Metropolitana es crítica pues de sus 10 millones de habitantes, aproximadamente 1.5 millones no tienen agua.
Problemáticas como esta nos llevan a buscar alternativas de solución que nos permitan luchar contra la crisis hídrica y disminuir los efectos del cambio climático en el más breve plazo posible. En ese sentido, desde la etapa preinca, existe una técnica ancestral que almacena el agua de lluvia para abastecer al centro-oriente del departamento de Lima. En tiempos de lluvia, a través de las Amunas, el agua no solo se guarda o se raciona: también se siembra en la tierra para que aflore en tiempos de sequía.
Desde el 2021, Backus en alianza con AquaFondo, The Nature Conservancy Perú (TNC) y la cooperación alemana para el desarrollo, implementada por la GIZ en el marco del programa develoPPP del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), están comprometidos con un proyecto que impulsa esta técnica, el cual consiste en la restauración de las Amunas en la provincia de Huarochirí.
Con una inversión de más de cinco millones de dólares, el proyecto no solo permite el almacenamiento, sino también el transporte del agua desde la cuenca alta hasta los ríos Santa Eulalia y Rímac. Esta técnica milenaria de almacenamiento hídrico representa además una mejora en los niveles de ingresos, oportunidades y emprendimientos de las poblaciones aledañas.
Hoy el reto como sociedad recae en mostrar un compromiso compartido con el objetivo 6 - agua y saneamiento para todos - de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), a través de alianzas y esfuerzos que nos lleven a proteger el agua. Ante ello, desde Backus hacemos frente a esta problemática comprometiéndonos con la recuperación de las Amunas para tener un futuro con agua y más vida.