Escribe: Alberto Arispe, gerente general de Kallpa Securities SAB.
Durante las últimas décadas, la Bolsa de Valores de Lima (BVL), la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), profesores universitarios, investigadores, analistas, periodistas en general, discuten en foros y reuniones, el bajo desarrollo del mercado de valores en el Perú. El mercado secundario de acciones es ilíquido y poco profundo, y el mercado primario inexistente.
LEA TAMBIÉN: Dólar podría mantenerse fuerte en los próximos días según el BCP, ¿por qué?
Uno de los factores principales que explican esta realidad es que en el Perú la gente con capacidad de ahorro, no ahorra (como deberían) comprando y manteniendo acciones de empresas con buenos fundamentos, de manera diversificada. Y no lo hacen, por desconocimiento. Y tienen desconocimiento porque las sociedades agentes de bolsa (SAB), que son las encargadas de marketear esta forma de ahorro, no lo hacen masivamente por muchas razones.
Todo esto a pesar de que sabemos que si una bolsa no capta al pequeño inversionista, está condenada al fracaso. Las personas naturales somos las que le damos liquidez al mercado secundario: contribuyendo a incrementar el float de las acciones que cotizan en bolsa, atomizando el mercado, siendo agresivos en la compra/venta (trading), consumiendo research, entre otros. Todos se benefician de esto, pues se forma un mercado dinámico, líquido y pujante.
LEA TAMBIÉN: Nvidia y Puerto de Chancay, dos casos de fascinación en las bolsas: un análisis
Pues finalmente, esto está empezando a ocurrir en el Perú. En el 2022, las casas de bolsa abrieron 12,000 cuentas nuevas en la BVL. En el 2023, 14,000 y este año vamos 50,000. Esto representa 76,000 cuentas nuevas en 2.5 años, +25% vs el stock existente a fines del 2021.
Este boom de pequeños inversionistas está ocurriendo fundamentalmente porque algunas SAB están lanzando apps, desde las cuales los inversionistas pueden abrir cuentas en las SAB, colocar órdenes de compra/venta directamente al mercado, ordenar retiros de dinero, entre otros. Así se rompen las barreras de entrada al mercado. Y de qué manera.
Este mercado es nuevo, diferente. Son jóvenes entre 25 y 35 años. El ticket promedio es de 1,000 soles. Son personas que no mandan e-mails ni entran a páginas webs. No les interesa llamar por teléfono ni mucho menos visitar a su bróker. Todo lo hacen a través del celular. Vienen de muchos lugares, distantes/cercanos como San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, Bagua, Sicuani, Puerto Maldonado, Sullana, Recuay, Chimbote, etc. Este mercado se está creando debido a que se han roto las barreras de entrada tanto en costos como en acceso. Ya no es necesario contactar a un representante bursátil sentado en San isidro, Miraflores o Surco. Las personas de a pie ven de lejos a estos ejecutivos, sentados frente a sus pantallas, que muchas veces hablan un idioma diferente y son distantes. Ahora ya no tienen que lidiar con ellos. Ahora todo lo pueden hacer desde el celular.
LEA TAMBIÉN: Tipo de cambio: ¿Cómo afecta el precio del cobre al sol?
Son personas jóvenes que viven pendientes de sus celulares para hacer compras de bienes y servicios. Siguen a influencers. Fue justamente un tik tok de un influencer, que recomendó a sus seguidores comprar acciones en el holding financiero accionista minoritario del Puerto de Chancay que fue el catalizador para que más de 20,000 pequeños inversionistas abrieran cuenta, de golpe, en una SAB local, a través de un app, para colocar sus órdenes.
Esta es la revolución que el mercado necesita y la ha necesitado hace años. Miles de inversionistas pequeños se están convirtiendo en propietarios de empresas peruanas, en socios de grandes empresarios como los Romero, los Brescia, Rodríguez Pastor, entre otros. Miles de inversionistas quieren ser accionistas de puertos importantes y por qué no, en el futuro, de aeropuertos, de empresas como Electroperú, Hidrandina, fibras con el real estate del Estado, entre algunas otras. Es el verdadero capitalismo popular.
Un país de propietarios de acciones de empresas es revolucionario, no sólo para el mercado de valores, sino para el país. Si el inversionista pequeño es propietario directo de las acciones de las empresas más grandes del país, se empoderará y buscará promover la inversión privada y el crecimiento ordenado, pues lo beneficiará directamente su bolsillo. Esto va a permitir que el inversionista pequeño, de clase media, le importe más que haya crecimiento económico ordenado y que hayan más empresas privadas. Si pensamos un poco, todo esto puede ayudar a disminuir el riesgo político que existe hace tantos años en el país cada vez que hay elecciones.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.