
Escribe: Lucianna Polar, socia del Estudio Olaechea
La semana pasada se inició el Censo Nacional 2025, el cual se realizará hasta el 31 de octubre. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en su primera semana, el Censo 2025 ya ha registrado más de 1.5 millones de viviendas en todo el país.
LEA TAMBIÉN: Elecciones: “Quienes no capturen la atención en segundos no podrán emocionar”
El último censo se llevó a cabo en el 2017 y desde entonces han ocurrido nuevas dinámicas familiares y transformaciones territoriales, entre otros factores que han impactado en sectores clave como salud, educación, empleo y vivienda. Por lo tanto, el Censo de este año permitirá obtener información actualizada y detallada que, bien gestionada, puede mejorar la planificación social y territorial.
LEA TAMBIÉN: Cuando prevenir es ganar: economía y gestión del fuego en el Perú
Dentro de las novedades principales del Censo 2025, está el hecho de que se registrará a las personas según su residencia habitual (de derecho), incluso si no están presentes el día que sean censados; lo que diferencia este censo de los pasados, ya que no será necesaria la inamovilidad de toda la ciudadanía. En anteriores procesos el registro se daba donde las personas se encontraban físicamente el día del censo (de hecho), inclusive en los centros de trabajo.
LEA TAMBIÉN: El círculo virtuoso del gobierno corporativo y la sostenibilidad
Adicionalmente, incorporará dos nuevos métodos: el censo presencial, a través de entrevista directa y uso de tablets, y el censo digital, en el que cada persona podrá completar el formulario en línea desde su computadora, tablet o celular, en caso no se la haya podido ubicar en su vivienda en las tres o cuatro visitas que realizará el personal que realiza censo. Con estos nuevos métodos, se estima que los resultados se obtendrían en aproximadamente cinco meses. En censos anteriores, en cambio, se daban después de dos años.
LEA TAMBIÉN: McKinsey: El nuevo consumidor y la ventaja competitiva para las empresas peruanas
Pero, además, el referido proceso incluye un conjunto de preguntas orientadas a conocer la situación laboral de cada persona, lo que permitirá un análisis más detallado de las condiciones de empleo, la informalidad y el acceso a seguridad social en el país.
LEA TAMBIÉN: El Perú se quedó atrás en la lucha contra la pobreza
En lo que refiere a condición de actividad, por ejemplo, se consulta si la persona trabajó durante la semana previa al censo, incluso si ayudó sin pago en un negocio familiar o en el campo; quienes lo hicieron son considerados ocupados. Si la persona no trabajó, se pregunta si estuvo buscando empleo, en cuyo caso se le clasifica como desocupado. Y si no trabajó ni buscó empleo (por ejemplo, porque estudia, está jubilado o se dedica al hogar), se le considera población inactiva.

LEA TAMBIÉN: Policías enfrentan al crimen sin chalecos, pero con generales en Audis
Estas preguntas permiten identificar quiénes trabajan, quiénes buscan empleo y quiénes no participan del mercado laboral, facilitando un diagnóstico más preciso de la fuerza laboral y la población inactiva.
En lo que respecta a características de empleo, a quienes trabajaron la semana previa al censo, se les formulan preguntas que permiten conocer el tipo de actividad realizada, el sector económico del centro laboral y las condiciones en que se desempeña.
LEA TAMBIÉN: Salud mental en el trabajo: precedente de la SUNAFIL marca pauta para las empresas
Esta data ayudará a identificar el nivel de formalidad y la inserción en el mercado de trabajo, así como a conocer con detalle el entorno laboral de la población ocupada; data que es clave para analizar el mercado de trabajo y orientar políticas públicas.
Toda esta información resultará enriquecedora, pues complementará la data anual que suele sacar la Oficina de Estadística del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), al reunir información de sectores y lugares donde hay un menor acceso al MTPE.
LEA TAMBIÉN: IA en finanzas: ¿Cómo regular sin frenar la innovación en el Perú?
Un tercer aspecto relevante que toma en cuenta el Censo es la afiliación a seguros de salud. Se consulta si la persona está afiliada al SIS, EsSalud, seguros privados u otros, o si no cuenta con ningún seguro.
Adicionalmente, el Censo incluye preguntas para identificar a personas provenientes del extranjero, como el país donde residía la madre en el momento del nacimiento, el país de residencia cinco años atrás, así como el año de la llegada al Perú. Esta información ofrece un acercamiento a la población extranjera y servirá para analizar la situación entre trabajadores extranjeros formales e informales. Solo en el sector formal, según el MTPE, hay más de 75 mil trabajadores extranjeros (52 mil son venezolanos).
LEA TAMBIÉN: Tres posibles rutas para el tipo de cambio en agosto y setiembre
Por último, el Censo ha abierto oportunidades principalmente para estudiantes y egresados, con o sin experiencia previa, de carreras técnicas y universitarias para que cubran el puesto de censistas bajo la modalidad de locación de servicios durante el tiempo que dura el proceso censal. Cabe destacar que para ser censista se requiere hablar la lengua originaria de la zona donde se brindará el servicio, lo cual resulta relevante puesto que se podrá obtener data de personas de lenguas originarias.
El Censo 2025 puede resultar útil para perfilar con mayor detalle la estructura del mercado laboral, detectar focos de informalidad o autoempleo, y entender mejor las diferencias regionales en el acceso al empleo. Para las empresas, el censo puede ser una herramienta para identificar la fuerza laboral y la población activa en las diferentes regiones que pueden aprovechar las oportunidades laborales que ofrezcan.
