La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, inició el viernes una visita de dos días a Chile, en un esfuerzo por fortalecer los lazos con un aliado rico en minerales críticos para las industrias clave del futuro.
“Chile es amigo nuestro desde hace mucho tiempo, compartimos los valores democráticos, tenemos un acuerdo de libre comercio”, dijo Yellen en una entrevista en São Paulo antes de volar a Santiago. “Ciertamente vemos oportunidades para asociarnos en lo que respecta a la energía limpia. Y al ser una zona de libre comercio, tiene fácil acceso a Estados Unidos”.
Yellen se reunirá con funcionarios del Gobierno, incluido el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la presidenta del banco central, Rosanna Costa. La funcionaria estadounidense también visitará la instalación de procesamiento de litio de Albermarle Corp. en Antofagasta, en el norte del país. Chile cuenta con las mayores reservas de litio del mundo (un metal esencial para fabricar las baterías que alimentan vehículos eléctricos) y es el segundo proveedor después de Australia.
Esto lo convierte también en un socio vital para China, el principal productor mundial de vehículos eléctricos, que el año pasado compró cerca de dos tercios de las exportaciones totales de litio chileno. El Gobierno de Biden está apoyando a las fábricas nacionales de vehículos eléctricos con cuantiosos subsidios, en su intento de hacerse con una mayor cuota del sector, presionando a su vez para que sus suministros de ingredientes clave procedan de países distintos de China.
Estas iniciativas se están convirtiendo en parte de la misión de Yellen, que en el último año se ha convertido en la principal diplomática económica de su país. Ha defendido la agenda de “friend-shoring”, un esfuerzo por hacer que las líneas de suministro estadounidenses dependan menos de China y sean menos vulnerables a una posible coerción. Viajó a la India cuatro veces y también visitó Indonesia, otra nación rica en recursos, y Vietnam.
Turbulencia del mercado
El auge de los vehículos eléctricos ha desencadenado una montaña rusa en el otrora pequeño mercado del litio. Los precios se dispararon hasta finales de 2022 y, según una estimación, se han desplomado más de un 80% desde entonces. También se ha producido una caída del níquel y otros metales clave, a medida que una oleada de nueva oferta llega al mercado. Para los productores de materias primas como Chile, esto está dificultando la inversión en nuevas minas.
El presidente chileno, Gabriel Boric, quiere que el Estado tenga una participación mayoritaria en operaciones consideradas estratégicamente significativas, con el doble objetivo de hacer que la producción de litio sea más sostenible y generar más capital.
Comprender cómo funcionaría esta reforma en la práctica y cómo afectará a las empresas estadounidenses es algo que Yellen intentará hacer durante su visita, dijo un funcionario del Tesoro. El Gobierno chileno está respetando los contratos existentes, que en el caso de la estadounidense Albemarle se extienden hasta 2043.
La ministra de Minería, Aurora Williams, dijo esta semana que el Gobierno prevé establecer a finales de marzo qué nuevas áreas de litio estarán disponibles bajo el nuevo modelo de asociación público-privada. Los contratos se finalizarán a finales de junio. Chile ha estado perdiendo participación de mercado ya que la producción sigue restringida a dos operaciones en un solo salar gigante.
Como socio de libre comercio de Estados Unidos durante más de dos décadas, Chile se beneficiará del programa de estímulo ecológico del presidente Joe Biden, que podría aumentar la demanda de su litio. El comercio entre ambos países ha crecido en torno a un 9% anual desde 2003.
“Socio estratégico”
La visita de Yellen a Chile “refleja nuestro carácter de socio estratégico”, dijo Marcel en un comunicado, citando “el flujo de inversiones entre ambos países”, así como conversaciones sobre temas como el medio ambiente y la economía digital.
Sin embargo, Estados Unidos tiene competencia. En todo el llamado triángulo del litio formado por Argentina, Chile y Bolivia, que representa más de la mitad de los recursos mundiales, los inversionistas chinos están haciendo incursiones y ayudando a los países a avanzar en la cadena de suministro de vehículos eléctricos aprovechando su enorme riqueza mineral.
Chile y Argentina están interesados en ser parte de los planes estadounidenses de vehículos eléctricos, pero también continúan cortejando a los inversionistas chinos que puedan aportar fondos para inversiones de mayor valor agregado.
Aun así, ampliar el rango de compradores sería bueno para Chile, según Yellen, especialmente a la luz de los recientes problemas económicos de China, que han pesado sobre las exportaciones de Chile.
“Probablemente estén interesados en diversificar sus compradores”, afirmó. “Del mismo modo que a nosotros nos interesa diversificar los proveedores”.
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