El mundo está experimentando una caída catastrófica de la biodiversidad. No sólo es un desastre medioambiental, sino que también puede llevar a la ruina financiera.
Lo que està en juego: 44 billones de dólares de valor económico dependen moderada o altamente de la naturaleza y sus servicios relacionados.
Sin embargo, no todo está perdido. Dado que las economías del mundo están tan intrínsecamente ligadas a la salud del medio ambiente, existen enormes oportunidades de inversión financiera, tanto del sector público como del privado, para apoyar proyectos destinados a restaurar la biodiversidad de la Tierra.
Las soluciones basadas en la naturaleza y sus derivados ofrecen una serie de atractivas oportunidades de inversión que podrían impulsar el medio ambiente y la economía en el futuro.
La ratificación del Marco Mundial para la Biodiversidad en la COP15 de Montreal, en diciembre de 2022, y la publicación de las versiones beta del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TNFD) constituyen un sólido punto de partida y un impulso muy necesario para la adopción de medidas significativas.
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Los avances en múltiples herramientas de evaluación del impacto sobre la biodiversidad, así como las normas de información ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), permiten una mejor consideración de la naturaleza y la biodiversidad por parte de las instituciones financieras.
Tanto el capital público como el privado deben trabajar de forma colaborativa e innovadora para financiar la biodiversidad y los modelos de negocio que contribuyan para la naturaleza.
“Muchos de los problemas de la biodiversidad están íntimamente relacionados con los del cambio climático. Gran parte de la pérdida de biodiversidad está asociada a la deforestación y eso, por supuesto, tiene un impacto muy grande en las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó Joseph E. Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia.
Asimnismo, agregó que “si hiciéramos más por proteger nuestros bosques y fomentar la agricultura sostenible, creo que haríamos mucho por proteger la biodiversidad. Sería al menos un buen comienzo”.
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