El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa dedicó la pandemia a leer la totalidad de la obra de Benito Pérez Galdós, al que dedica ahora un libro y sobre el que cree que no habría podido imaginar “semejantes monstruos” como es el presidente ruso, Vladimir Putin.
En las 46 novelas que componen sus “Episodios Nacionales”, Benito Pérez Galdós consiguió recrear la historia española del siglo XIX, pero Vargas Llosa considera que como escritor no pudo tener la “visión perversa” de “un gran caudillo político capaz de organizar matanzas”.
“Estaba más allá de Pérez Galdós imaginar semejantes monstruos”, ha indicado el premio nobel en la rueda de prensa celebrada en el Ateneo de Madrid para presentar el ensayo “La mirada quieta (de Pérez Galdós)”, editado por Alfaguara, en el que ofrece su mirada sobre este escritor, el que en su opinión, mejor entendió a una clase media que empezaba a surgir.
Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) aprovechó los meses del confinamiento para sumergirse en la literatura galdosiana, tanto en sus novelas, como en sus obras de teatro y sus artículos de prensa, y en cómo con “su mirada quieta” logró “describir la España del siglo XIX con sobriedad, controlando sus propias ideas y sentimientos para que afloraran más bien las de sus personajes”.
Y a pesar de estar en desacuerdo con asuntos como la intervención de la iglesia católica en la vida privada de las personas de la época, sus ideas personales no trascendían en sus novelas.
El Premio Nobel de Literatura ha destacado el “extraordinario esfuerzo de imparcialidad” realizado por Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 – Madrid, 1920) para narrar con objetividad los hechos históricos que abordaba en sus libros: “hizo muchísimos esfuerzos para ser objetivo y narrar los hechos tal como ocurrieron”, ha indicado.
En su época no fue considerado un escritor “refinado” y a algunos autores les pareció “demasiado popular y expuesto a un tipo de lectores fáciles y poco exigentes”, una visión que difiere mucho de la que se tiene hoy en día, ha señalado Vargas Llosa, que ha dicho que no era “un escritor vulgar ni muchísimo menos”.
Y con los Episodios Nacionales quiso presentar “de una forma ligera y moderna, cómoda y simpática, los grandes acontecimientos históricos para que sus compatriotas tuvieran acceso a ellos” de una forma que no es propia de un historiador sino de un novelista.
No se ha pronunciado Vargas Llosa sobre si Pérez Galdós debió de recibir o no el Premio Nobel de Literatura, y ha dicho que hay posiciones muy contradictorias sobre el tema. Y ha recordado que el criterio de la Academia sueca suele reconocer a escritores que han tenido muchísima influencia y están consagrados gracias a su popularidad, aunque a veces “puede haber sobreestimado o subestimado a algunos, pero eso forma parte de la realidad humana”.
Ha explicado que cuando Pérez Galdós tenía 60 años, más de 500 periodistas y escritores firmaron una carta dirigida a la Academia sueca pidiendo el Nobel para él, pero también hubo muchas firmas oponiéndose a que le dieran ese galardón.
En la distancia y en conjunto, ha señalado, la obra de Pérez Galdós fue muy importante en un siglo en el que no hubo grandes escritores en español. Y ha considerado que, por ejemplo, “Misericordia” es una de las más grandes novelas que se han escrito en este idioma sobre la pobreza y la miseria.
El Nobel peruano ha recalcado que las novelas siempre dan una visión de la realidad y es la forma natural de expresión para opinar sobre la realidad social y política, incluso prescindiendo de la voluntad del propio autor, como ocurre con escritores de literatura fantástica como Jorge Luis Borges.
“La novela expresa siempre una visión política de la realidad, aunque el autor no sea consciente. Está en el género mismo de la novela”, ha recalcado.