Elaboradas con una gran variedad de plantas con flores, como cítricos, eucalipto y arce, las mieles de Jordania tienen cada vez más éxito, mantienen las colmenas del país a pleno rendimiento e inspiran a nuevos apicultores.
“El período del covid, en especial, tuvo un impacto positivo sobre nuestra actividad, hubo una fuerte demanda de miel”, comenta Mutasim Hammad, un apicultor de 48 años que se dedica a esta pasión tras haber trabajado por años en seguridad pública.
Vestido con un traje de protección blanco, Hammad inspecciona sus 80 colmenas situadas en una propiedad en Irbid, 90 km al norte de Amán.
Según el apicultor, quien vende unos 400 kilos de miel por año, “la gente ha tomado conciencia del valor de la miel” producida localmente y conocida por sus propiedades antiinflamatorias y otros beneficios para la salud.
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Jordania presume de su rica diversidad de mieles, con 19 tipos diferentes. “Nosotros tenemos alrededor de 2.500 plantas con flores”, indica Mohammad Rababaa, director de la Asociación de Apicultores de Jordania.
“Esta diversidad distingue a la miel jordana y significa que su valor terapéutico y nutricional debe ser mejor que otros tipos de miel”, señala.
Cita como ejemplo la miel de arce, ligeramente amarga, que tiene “un nivel muy alto de compuestos fenólicos y antioxidantes comparado con otros tipos de miel”.
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Más de 4.000 apicultores
Desde la pandemia, “la demanda de miel producida localmente ha aumentado claramente”, confirma Rababaa, profesor de recursos naturales y medio ambiente de la Universidad Jordana de Ciencia y Tecnología.
A su juicio, el sector tiene una fuerza laboral mayor que la cifra oficial de 1.400 apicultores en Jordania.
“La realidad es que el número de apicultores es más de 4.000″, aseguró.
Producen de 700 a 800 toneladas anuales, o 70 % del consumo anual de Jordania.
“Estamos muy cerca de la autosuficiencia”, comenta Rababaa, quien pide frenar las importaciones.
Otro entusiasta, Mohammad Khatib, de 49 años, también cuenta que la pandemia y el confinamiento le dieron “tiempo suficiente para aprender a conocer las abejas y cuidar de ellas”.
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Profesor de francés en la Universidad Al Bayt, Khatib tiene unas 15 colmenas en su jardín que le brindan un ingreso significativo.
“La gente busca miel de calidad” y algunos clientes hacen pedidos con un año de antecedencia”, cuenta.
La miel jordana se vende por 15 a 30 dinares (19 a 39 dólares) por kilo, según el tipo.
Rababaa apuntó que el beneficio económico “no se limita a la miel, porque también producen polen, jalea real, cera, própolis y veneno de abeja, que se utiliza en numerosos compuestos terapéuticos”.
Además, poblaciones saludables de abejas y otros insectos brindan un servicio casi incalculable al ecosistema, al polinizar las plantas.
El sector apícola genera unos US$ 28 millones anuales, pero “el valor indirecto de la polinización de cultivos supera los US$ 100 millones”, asegura Rababaa.
Fuente: AFP
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