Entre el 2019 y 2020, 20,900 personas abandonaron la ciudad, mientras que entre el 2020 y 2021 fueron 89,200. En este último periodo, unos 13,900 nuevos residentes de la China continental se mudaron a Hong Kong. (Foto: Getty Images).
Entre el 2019 y 2020, 20,900 personas abandonaron la ciudad, mientras que entre el 2020 y 2021 fueron 89,200. En este último periodo, unos 13,900 nuevos residentes de la China continental se mudaron a Hong Kong. (Foto: Getty Images).

Unos 90,000 residentes han abandonado en los últimos doce meses, en una oleada migratoria que continúa desde la entrada en vigor, el 30 de junio del 2020, de la controvertida Ley de Seguridad Nacional, informó hoy el diario privado South China Morning Post.

Según el rotativo hongkonés, “el descenso a 7.39 millones de habitantes es el mayor desde que la población local asistió a las primeras señales de una tendencia decreciente a mediados del 2020”, lo que supone una caída del 1.2% interanual.

La fuente indicó que entre mediados del 2003 y mediados del 2020 la población siempre había registrado un incremento continuo de su masa a un ritmo variable de entre un 0.2% y un 1.1% interanual.

Entre el 2019 y 2020, 20,900 personas abandonaron la ciudad, mientras que entre el 2020 y 2021 fueron 89,200. En este último periodo, unos 13,900 nuevos residentes de la China continental se mudaron a Hong Kong.

Al mismo tiempo, la tasa de natalidad se ha mantenido en niveles muy bajos: unos 38,500 nacimientos, frente a unos 50,400 decesos.

Desde el Gobierno de la región administrativa especial consideraron que el éxodo puede deberse a motivos laborales y de estudios, además de a las restricciones de entrada y salida derivadas de la pandemia de coronavirus, y no a motivaciones políticas.

Difusas líneas rojas

Sin embargo, en los últimos meses, tanto activistas como artistas, además de familias enteras o empleados de profesiones liberales, han hecho las maletas ante el deterioro de la situación política y de un ambiente que consideran cada vez más opresivo.

“Algunas personas están preocupadas por los cambios en la libertad de expresión, además de los del sistema educativo de la ciudad, ya que las líneas rojas no están claras. Con estos miedos, si tienen ocasión de hacerlo, puede que haya quien elija emigrar. El Gobierno debería intentar solucionar sus preocupaciones”, explicó el profesor de la Universidad de Hong Kong Paul Yip Siu-fai.

Además, datos gubernamentales citados por South China Morning Post mostraron que, durante el último año fiscal, las retiradas tempranas de fondos arguyendo una partida permanente de Hong Kong aumentaron en un 27% interanual.

La Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, diseñada e impuesta por Pekín el pasado año, contempla penas de hasta cadena perpetua para supuestos de secesión, terrorismo o confabulación con fuerzas extranjeras.

Asimismo, este año Pekín impuso una nueva ley para restringir el ya de por sí limitado sufragio de la ciudad semiautónoma y modificó los mecanismos electorales de manera que la oposición prodemocrática de la ciudad se enfrentara a todavía mayores dificultades a la hora de optar al poder.

Ambas leyes llegaron después de que, en la segunda mitad del 2019, multitudinarias manifestaciones antigubernamentales solicitaran en las calles una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong.

Las citadas leyes han contribuido al desmantelamiento de la oposición prodemocrática y de varias organizaciones de la sociedad civil, una parte de la cual ha optado por el exilio, mientras.

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