Un doble atentado ocurrido este jueves en las cercanías del aeropuerto de Kabul dejó al menos 15 muertos y otros 60 heridos, la mayoría de ellos parte de la multitud que intentaba alcanzar uno de los vuelos de evacuación internacional.
Entre los fallecidos hay al menos cuatro soldados estadounidenses y otros tres resultaron heridos, según fuentes oficiales de Estados Unidos, que manejan también la posibilidad de que el atentado fuera cometido por un terrorista suicida.
Este es el primer ataque de este tipo desde que los talibanes tomaron el control del país el pasado 15 de agosto con la toma de la capital afgana, pese a los rigurosos controles de seguridad de los islamistas en toda la ciudad, y sin que de momento se conozcan los responsables.
La primera de las explosiones tuvo lugar a las 18.24 horas de Kabul, (13.58 GMT) cerca de una de las puertas del aeropuerto de Kabul, según la cadena de noticias afganas Ariana News.
Según informaron medios locales afganos citando fuentes hospitalarias, al menos 15 personas murieron, y decenas de heridos fueron trasladados a hospitales, tras las dos explosiones, una de ellas al menos de gran potencia.
“Cerca de 60 pacientes heridos en el ataque en el aeropuerto han llegado hasta nuestro centro médico”, informó en Twitter la ONG italiana Emergency, que tiene un hospital en Kabul.
Decenas de víctimas
Las televisiones locales y redes sociales muestran imágenes con numerosos cuerpos sin vida en el lugar de los atentados, por lo que el número de víctimas podría ser muy superior.
El principal portavoz de los talibanes, Zabihulla Mujahid, aseguró también que más de 50 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a los hospitales más próximos.
“El Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) condena enérgicamente el ataque a civiles en el aeropuerto de Kabul, que tuvo lugar en una zona donde las fuerzas estadounidenses son responsables de la seguridad”, dijo en Twitter el portavoz.
Los talibanes están “prestando mucha atención a la seguridad y protección de su gente, y los responsables serán detenidos”, aseguró.
El presidente del Consejo para la Reconciliación Nacional, Abdullah Abdullah, también condenó el atentado “que mató e hirió a un gran número de civiles. Mi pensamiento y mis oraciones están con las víctimas y sus familias en este momento difícil”.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, confirmó que hay estadounidenses entre las víctimas del aeropuerto. De acuerdo con el portavoz, una de las explosiones ocurrió cerca del Hotel Baron de la capital afgana, cerca de la puerta Abbey del aeródromo, donde se produjo la otra detonación.
De momento no hay información oficial sobre las características del atentado o un balance oficial de muertes y heridos, con el país sumergido en la incertidumbre tras la caída del Gobierno, y a la espera de la conformación del nuevo Gobierno islamista.
Bajo advertencia
El miércoles la Embajada de Estados Unidos en Afganistán emitió un aviso advirtiendo a los estadounidenses que no se acercaran al aeropuerto de Kabul por “amenazas de seguridad” fuera de los accesos a esas instalaciones.
Asimismo, los Gobiernos de Estados Unidos, Australia, y Reino Unido urgieron a sus ciudadanos en el aeropuerto a abandonar las instalaciones aeroportuarias y permanecer en un sitio seguro hasta nuevo aviso ante una “alta amenaza de ataque terrorista”.
Sin embargo, en el lugar se encontraban miles de afganos que intentaban huir del país en los vuelos de evacuación internacionales que están a punto de concluir conforme al plazo acordado para la retirada de las tropas internacionales, el próximo 15 de agosto.
Hace dos días los talibanes anunciaron que los ciudadanos afganos no podrán ir al aeródromo, como medida de seguridad para salvaguardar sus vidas del caos en el que se ha convertido la terminal.
Aun así, las imágenes del perímetro del aeropuerto horas antes de los atentados mostraban centenares de los ciudadanos afganos llegando a las afueras del aeropuerto, muchos de ellos incluso cruzando canales de agua hasta la alambrada.
El ataque de este jueves supone la cancelación por parte de varios países de las evacuaciones internacionales, como han anunciado ya Alemania e Italia, con lo que muchas de las personas que esperaban salir de Afganistán probablemente no puedan hacerlo en el tiempo que resta.