Las fuerzas ucranianas y rusas se enfrentaron este lunes en las afueras de Severodonetsk, la última ciudad que sigue en manos de Kiev en la provincia ucraniana de Luhansk y foco de la ofensiva de Moscú en el este del país.
Sin embargo, a pesar de la arremetida rusa, los líderes de la Unión Europea (UE) dejaron claro que no iban a acordar una prohibición de las importaciones de petróleo ruso en una cumbre celebrada en Bruselas, lo que provocó las rápidas críticas del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien dijo que eran demasiado blandos con Moscú.
Los bombardeos rusos han reducido gran parte de Severodonetsk a ruinas, pero la defensa ucraniana ha frenado un avance más amplio en toda la región del Donbás.
El gobernador de la región de Luhansk, Serhiy Gaidai, manifestó que las tropas rusas habían avanzado hacia franjas del sureste y noreste de Severodonetsk.
“Utilizan la misma táctica una y otra vez. Bombardean durante varias horas -tres, cuatro, cinco horas- seguidas y luego atacan”, dijo Gaidai. “Los que atacan mueren. Luego siguen los bombardeos y los ataques, y así hasta que se abren paso en algún lugar”.
Gaidai manifestó que, con el aumento de las temperaturas, había un “terrible olor a muerte” en los suburbios de la ciudad.
Sin embargo, las fuerzas ucranianas expulsaron a los rusos de la aldea de Toshkivka, al sur, dijo, frustrando potencialmente el intento ruso de rodear la zona.
Mientras la lucha seguía en el campo de batalla, los países de la UE reunidos en Bruselas para debatir más sanciones no lograron acordar una prohibición de las importaciones de petróleo ruso.
La UE ha lanzado cinco paquetes de sanciones contra Rusia desde que sus tropas invadieron Ucrania el 24 de febrero, pero un acuerdo sobre las sanciones petroleras ha resultado esquivo porque muchos países dependen del crudo ruso.
“No hay ningún compromiso en este momento”, señaló el primer ministro húngaro, Viktor Orban, cuyo país ha sido el principal obstáculo para un acuerdo.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que Moscú estaba dispuesto a facilitar las exportaciones de grano desde los puertos ucranianos, una posibilidad que podría aliviar una crisis alimentaria, porque la guerra y el intento de Occidente de aislar a Rusia han elevado los precios de los granos y otras materias primas.
Prioridad
Tras fracasar en la toma de la capital ucraniana, Kiev, en marzo, Rusia dijo que el objetivo de su “operación militar especial” era ahora tomar toda la región del Dombás, formada por dos provincias, Luhansk y Donetsk, que Moscú reclama en nombre de separatistas ucranianos prorrusos.
La captura de Severodonetsk y de su ciudad gemela, Lisichansk, en la orilla opuesta del río Síverski Donets, daría a Rusia el control en la práctica de Luhansk y permitiría al Kremlin declarar alguna forma de victoria después de más de tres meses de muerte y destrucción.
Pero al centrar su esfuerzo en una batalla por una única ciudad pequeña, Rusia puede dejar otros territorios abiertos a los contraataques ucranianos.
Kiev afirma que sus fuerzas han hecho retroceder a las tropas rusas en los últimos días hasta posiciones defensivas en tres pueblos -Andriyivka, Lozove y Bilohorka-, todos ellos en la orilla sur del río Inhulets, que constituye la frontera de la provincia de Jersón, donde Moscú intenta consolidar su control.
Un periodista francés, Frederic Leclerc-Imhoff, del canal de televisión BFM, murió el lunes cerca de Severodonetsk cuando un bombardeo alcanzó el vehículo en el que viajaba durante una evacuación de civiles. La ministra francesa de Asuntos Exteriores, Catherine Colonna, que se encontraba de visita en Ucrania en ese momento, exigió una investigación.
Pagando con sus vidas
En Bruselas, el primer ministro estonio, Kaja Kallas, señaló que era más realista esperar un acuerdo sobre el embargo de petróleo en unas semanas, con suerte en la próxima cumbre de la UE del 23 y 24 de junio.
Un borrador visto por Reuters -que aún puede ser revisado- confirmaría que un sexto paquete de sanciones incluirá la prohibición de las importaciones de petróleo por vía marítima, y que el crudo por oleoducto suministrado a Hungría, Eslovaquia y la República Checa, países sin litoral, se sancionará en algún momento posterior.
Algunos denunciaron la falta de decisión. “Estamos olvidando el panorama general”, consideró el primer ministro letón, Krisjanis Karins. “No sólo se trata de dinero. Los ucranianos están pagando con sus vidas”.
“Podemos y debemos apoyarles, aunque sólo sea por interés propio, porque sólo cuando Rusia sea derrotada podremos sentirnos seguros en Europa”, agregó.
Zelenski cuestionó la falta de decisión de la UE. “¿Por qué dependen ustedes de Rusia, de su presión, y no a la inversa? Rusia debe depender de ustedes. ¿Por qué Rusia puede seguir ganando casi 1,000 millones de euros al día vendiendo energía?”, dijo en un discurso a los líderes de la UE.
Antes de la cumbre, el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, expresó su temor de que la unidad de la UE “empiece a desmoronarse”.
Las medidas de la UE se han visto bloqueadas por la negativa de Hungría a aceptar la prohibición de importar petróleo ruso, que recibe a través del enorme oleoducto “Amistad” de la era soviética que atraviesa Ucrania.
Existe un amplio acuerdo sobre el resto del paquete, que incluye la exclusión del mayor banco ruso, Sberbank, del sistema de mensajería Swift, la prohibición de las emisoras rusas en la UE y la inclusión de personas en una lista cuyos activos están congelados.
En los Países Bajos, GasTerra, que compra y comercializa gas en nombre del gobierno holandés, dijo que dejaría de recibir combustible de la rusa Gazprom a partir del martes, tras negarse a aceptar las exigencias de Rusia de pagar en rublos.