La Unión Europea (UE) publicó la norma que expulsa a siete bancos rusos del sistema de mensajería financiera Swift, como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, pero la lista no incluye a Sberbank, la mayor entidad del país, ni a Gazprombank, porque procesan gran parte de las operaciones energéticas con el bloque.
En concreto, la lista de entidades que serán expulsadas del sistema son Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Bank Rossiya, Sovcombank, Vnesheconombank (VEB) y VTB, esta última la segunda mayor del sistema financiero ruso, según consta en el Diario Oficial de la UE.
La desconexión -pactada con las potencias del G7 este fin de semana- será efectiva dentro de diez días y se aplicará también a cualquier persona, entidad y organismo establecido en Rusia y cuyos derechos de propiedad pertenezcan directa o indirectamente en más del 50% a una entidad de las afectadas, precisa el Consejo de la UE en un comunicado.
Además, la UE prohíbe también en este paquete de sanciones invertir en futuros proyectos cofinanciados por el Fondo Ruso de Inversiones Directas, así como vender, suministrar, transferir o exportar billetes denominados en euros a Rusia, incluidos el Gobierno y el Banco Central de Rusia.
Con respecto a la medida estrella, reclamada desde el inicio del conflicto por el Gobierno ucraniano, el bloque comunitario decidió finalmente dejar fuera de los sancionados con su desconexión de Swift al principal banco ruso, Sberbank, y a Gazprombank, para no dificultar las operaciones de compra de gas y petróleo por parte de los países europeos.
Según explican fuentes comunitarias, estas dos entidades procesan la gran mayoría de los pagos energéticos con la UE, por lo que su inclusión en la lista habría perjudicado a los Estados miembros y a las compañías europeas.
“Nos hubiera gustado desconectar transacciones específicas, pero Swift no funciona así. No se pueden discriminar los distintos tipos de transacciones, por lo que tuvimos que dejarlos fuera de la lista”, justifican las mismas fuentes, que destacan que un 25% del sistema financiero ruso está afectado por la desconexión de Swift y eso sin contar VEB, que es un banco de desarrollo.
Swift, con sede en Bélgica, es una plataforma que conecta a unas 11,000 instituciones financieras de todo el mundo y funciona como sistema de mensajería para informar de transacciones financieras, con lo que se ha convertido en un pilar fundamental del sistema financiero internacional.
La posibilidad de sancionar a Rusia desconectándola del Swift se puso ya sobre la mesa en el 2014 a raíz de la anexión ilegal de Crimea y entonces Moscú calculó que su Producto Bruto Interno (PBI) caería un 5% como consecuencia. La advertencia le llevó a crear su propio sistema de mensajería financiera a nivel doméstico, aunque de momento este solo se usa en el 20% de las transacciones internas.
En este contexto, fuentes comunitarias piden ser “realistas” porque “estar desconectado de Swift no significa que no puedan hacer pagos” porque siempre podrán buscar “métodos alternativos”, como usar el correo electrónico o el fax, aunque el problema será que las transacciones serán mucho más lentas y caras.
“La gente quiere estar en Swift, es un problema no estar en Swift”, reivindican, para después apuntar que para transacciones millonarias puede ser rentable asumir el coste adicional o esperar más tiempo para realizar las operaciones, pero los costes para pagos más pequeños se volverán “prohibitivos”.
En cualquier caso, desde Bruselas se enfatiza que se trata de una primera lista que estará bajo constante “revisión” y que está sujeta a posibles ampliaciones en función de cómo evoluciona el conflicto en Ucrania.