La Unión Europea (UE) debe preparar planes de emergencia para un corte total del gas procedente de Rusia como consecuencia de la guerra del régimen de Vladimir Putin en Ucrania, advirtió la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.
El bloque de 27 naciones ya ha impuesto sanciones a Rusia, incluyendo sobre algunos suministros energéticos, y está reduciendo las importaciones controladas por el Kremlin, pero Von der Leyen apuntó que la UE debe estar preparada para las interrupciones causadas por Moscú.
“También tenemos que prepararnos para nuevas interrupciones en el suministro de gas e incluso para un corte total”, afirmó ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
Una docena de socios se han visto afectados ya por reducciones o cortes en el suministro de gas a medida que se intensifica el impasse político con Moscú debido al conflicto en Ucrania.
“Esto es obvio: Putin continua utilizando la energía como un arma. Es por esto que la Comisión está trabajando en un plan de emergencia europeo”, agregó. “Tenemos que asegurarnos de que en caso de una interrupción total, el gas irá hacia donde más se necesite. Tenemos que mirar por la solidaridad europea”.
Los países de la UE acordaron el mes pasado que todo el almacenamiento del gas natural en el bloque debería llegar a al menos el 80% de su capacidad para el próximo invierno para evitar escasez durante la estación fría. La nueva regulación dice también que el almacenamiento subterráneo en suelo comunitario debería estar al 90% de su capacidad antes del invierno 2023-2024.
La guerra en Ucrania ha hecho que el bloque se replantee su política energética y corte su dependencia de los combustibles fósiles rusos. Los países miembro han acordado vetar el 90% del petróleo ruso para final de año además de prohibir la importación de carbón a partir de agosto.
Bruselas no ha incluido el gas — un combustible utilizado para impulsar fábricas y generar electricidad — en sus sanciones por temor a dañar gravemente la economía europea. Antes de la guerra en Ucrania, el bloque recibía de Rusia el 25% de su petróleo y el 40% del gas natural.
Para reducir el uso de la energía rusa, la CE ha estado diversificando sus proveedores.