Las empresas de transportes no muestran afán alguno por reanudar las exportaciones de millones de toneladas de granos varadas en Ucrania a pesar de que se llegó a un acuerdo que creó corredores seguros por el Mar Negro. Ello se debe a que esas aguas están minadas y los dueños de los cargueros tienen dudas acerca de cómo funcionará el acuerdo.
El pacto es solo por 120 días y es tan complejo que las empresas de transporte se están moviendo muy lentamente. El reloj comenzó a correr la semana pasada.
El objetivo en los próximos cuatro meses es sacar al menos parte de los 20 millones de toneladas de cereales que esperan en tres puertos bloqueados por Rusia desde que invadió Ucrania el 24 de febrero. Se podrían movilizar cuatro o cinco buques de carga grandes por día para sacar los granos y hacerlos llegar a millones de personas que pasan hambre en el mundo.
También hay mucho tiempo para que todo salga mal.
Apenas horas después de que Rusia firmase el pacto, cayeron misiles rusos en el puerto de Odesa, uno de los que figuran en el acuerdo.
Otro aspecto clave del acuerdo son las garantías que se da a los barcos rusos que transportan granos y fertilizantes y a las aseguradoras de que no serán afectados por las sanciones de Occidente.
El acuerdo, mediado por Turquía y las Naciones Unidas, no obstante, tropieza con la dura realidad, que plantea serias dificultades y riesgos.
“Hay que esforzarse mucho para comprender los detalles de cómo puede funcionar esto”, dijo Guy Platten, secretario general de la Cámara Internacional de Transportadores, que representa a las asociaciones nacionales de transportes de carga, responsables del 80% de la flota mercante mundial.
“¿Podemos garantizar la seguridad de las tripulaciones? ¿Qué va a pasar con las minas y con los campos minados? Hay muchas incertidumbres e interrogantes en estos momentos”, manifestó.
La reanudación de las exportaciones es vital para los campesinos ucranianos, que no tienen espacio para almacenar la nueva cosecha. Esos granos, por otra parte, son vitales para millones de africanos, partes del Medio Oriente y el sur de Asia, que ya enfrentan escasez de alimentos e incluso hambrunas.
Rusia y Ucrania son dos de los principales proveedores de trigo, cebada, maíz y aceite de girasol. Los combates en la región del Mar Negro, uno de los “graneros del mundo”, hace subir los precios, amenazan la estabilidad política de las naciones en desarrollo y empujan a algunos países a prohibir la exportación de ciertos productos, lo que agrava la crisis.
El acuerdo estipula que Rusia y Ucrania ofrecerán “máximas garantías” a los barcos que parten de los puertos ucranianos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhny.
“El principal riesgo obviamente son las minas”, dijo Munro Anderson, director de inteligencia y socio fundador de Dryad, empresa asesora sobre seguridad marítima que evalúa los riesgos de los barcos luego de que Ucrania minara las aguas para frenar la invasión rusa.
El ministro de defensa turco dijo el miércoles que por ahora no es necesario un desminado de las aguas y que eso se podría hacer en el futuro.
“Sospecho que todo dependerá de la actitud que asuman las aseguradoras y de cuánto cobrarán por correr el riesgo” de navegar por esas aguas, manifestó
Michelle Wiese Bockmann, analista de Llyoyd’s List, una publicación sobre el transporte marítimo de cargas.
Los barcos generalmente llevan entre 20 y 25 tripulantes y las empresas deben velar por su seguridad.
“Los propietarios y las aseguradoras están asustados, no han recibido garantías confiables”, declaró Oleksiy Melnyk, analista del Centro Razumkov, un grupo de estudios de Kiev. “Solo vemos palabras y promesas, que no tienen mucho valor en tiempos de guerra”.
Melnyk sostuvo que los cohetes rusos pueden destruir los depósitos de granos y los puertos en cualquier momento.
Aseguradoras marinas contactadas por la AP declinaron hablar del tema.
La guerra ha causado enormes trastornos en el comercio mundial y hay unos 100 barcos varados en puertos ucranianos, incluidos 13 cargueros grandes en Chernomorsk, seis en Odesa y tres en Yuzhny, según la Lloyd’s List Intelligence.
Ucrania pudo exportar parte de sus granos a través del río Danubio. En mayo exportó 1.5 millones de toneladas y en junio dos millones, casi la mitad de lo que exportaba antes de la invasión, de acuerdo con Svetlana Malysh, analista de los mercados agrícolas del Mar Negro que trabaja para Refinitiv.
En la temporada del 2021-2022, Rusia exportó unas 30 toneladas de trigo, según Refinitiv, su total más bajo desde el 2017, en parte por las sanciones que le impusieron.
El arreglo alcanzado contempla que embarcaciones ucranianas guíen a los cargueros por los corredores que fueron aprobados. La operación será supervisada por un Centro de Coordinación Conjunta que funciona en Estambul, con personal de Ucrania, Rusia, Turquía y las Naciones Unidas.
Cuando llegan a los puertos, se les cargan los cereales y, una vez completada esa parte, regresan el Estrecho del Bósforo, donde delegados de Ucrania, Rusia, la ONU y Turquía inspeccionarán los barcos para asegurarse de que no llevan armas. Lo mismo se haría cuando los barcos van hacia Ucrania.