En Asunción, Taipéi, Washington y Pekín, diplomáticos, funcionarios y productores agropecuarios observan de cerca una carrera electoral reñida que podría determinar los futuros lazos de Paraguay con Taiwán.
Paraguay elegirá el 30 de abril entre un candidato presidencial oficialista que se comprometió a mantener las relaciones con Taiwán o un opositor que está a favor de acercarse a China para impulsar la economía agropecuaria en la nación sin litoral marítimo.
La presión en el país para establecer lazos con China y abrir el enorme mercado asiático a la soja y la carne vacuna, sus principales exportaciones, ha ido en aumento, especialmente desde el poderoso sector agrícola.
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“Somos una nación productora de alimentos que no está vendiendo al mayor comprador de alimentos del mundo”, dijo a Reuters Pedro Galli, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), que representa a unos 3,000 ganaderos.
La decisión de romper vínculos significaría un duro golpe para Taiwán, que enfrenta una batalla cuesta arriba contra el poder económico de Pekín para mantener a sus 13 aliados en todo el mundo, y una nueva señal de la creciente influencia de China en América Latina.
Galli se refirió a los países de la región que han optado por China y su enorme mercado en los últimos años, como Panamá, República Dominicana, El Salvador y Nicaragua. Honduras fue el último en cambiar de bando en marzo.
“Estamos viendo la fiesta desde el balcón”, dijo Galli, refiriéndose a las pérdidas que siente el sector agropecuario en términos de exportaciones. “Solo quedamos nosotros y los guatemaltecos”.
El candidato de la oposición, Efraín Alegre, quien representa a un coalición de centroizquierda dijo a Reuters en enero y nuevamente en abril que favorecería las relaciones con China, el mayor importador de carne vacuna y soja del mundo, si llega a la presidencia.
“Vamos a estar en donde convenga, si no sería una traición a la patria”, dijo Alegre en una reciente entrevista con Reuters. “¿Cómo yo voy a negar una relación que es beneficiosa para todos los paraguayos, un pueblo que necesita desarrollo, necesita inversión, necesita industria?”.
El candidato oficialista del conservador Partido Colorado, Santiago Peña, prometió mantener los vínculos. Una delegación multipartidista visitó la isla de Taiwán en febrero, en un intento por calmar los temores de sus autoridades.
El gobierno de Taiwán, que proporciona apoyo económico a sus aliados, dijo la semana pasada que estaba “perplejo” por la posición asumida por la oposición paraguaya y que haría todo lo posible por mantener los lazos diplomáticos con el país.
China ha afirmado durante mucho tiempo que Taiwán es parte de su territorio y no tiene el derecho de establecer vínculos de estado a estado, una posición que Taipéi rechaza enérgicamente. Pekín exige que los países con los que tiene vínculos reconozcan esa posición.
Una cuestión de tiempo
En los círculos diplomáticos de Asunción existe la sensación de que el cambio es inevitable, independientemente del resultado de las elecciones.
“Con Paraguay es una cuestión de cuándo, no de si (el cambio ocurre)”, dijo un diplomático europeo de alto rango a Reuters, y agregó que las presiones del sector empresarial local y la fragilidad de la economía global podrían llevar a Paraguay a los brazos de China “en los próximos dos años”.
Incluso si el gobernante Partido Colorado ganara las elecciones, es posible que sus líderes no tengan el mismo apoyo incondicional hacia Taiwán que el del actual presidente Mario Abdo, cuyo padre ayudó a forjar relaciones hace más de seis décadas.
“Somos pueblos hermanos y tenemos un destino juntos”, dijo Abdo durante una visita a la isla en febrero.
El ganadero paraguayo Fernando Serrati, que cultiva maíz, soja y cría ganado, dijo que el país está “atrapado” en un conflicto diplomático que perjudica a los productores y las exportaciones, y que las puertas cerradas de China significan a menudo un menor precio para sus productos.
Una severa sequía que golpeó la producción agrícola regional, peores perspectivas económicas a nivel mundial y el inicio de la guerra en Ucrania que afectó las exportaciones de carne vacuna a Rusia fortalecieron el sentimiento local a favor de China.
“Necesitamos considerar los intereses reales de nuestro país y abrirnos al mundo”, dijo Serrati.
Fuente: Reuters
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