Los inversores ven señales, cada vez más tangibles, de que el banco central de Argentina ya no tiene dólares disponibles para intervenir y evitar una devaluación del peso oficial.
La percepción ya se refleja en todos los precios del mercado. Las expectativas de depreciación y la presión sobre el peso —hoy en 350/USD— se dispararon a niveles sin precedentes. El Gobierno mostró en estos días poco poder de fuego para evitarlo, lo que lo llevó a incrementar restricciones y a conceder devaluaciones parciales.
1. Menor “poder de fuego” en el MEP
El banco central interviene todos los días con ventas de reservas (a cambio de bonos) en el mercado de capitales, en un esfuerzo por derrumbar las cotizaciones del “dólar MEP” y el contado con liquidación. El monto de la intervención en los dólares se mantuvo en torno a los US$ 90 millones diarios en el comienzo de octubre, según estima el agente PPI.
Pero los efectos de estas intervenciones se ven ahora más limitados: la distancia entre el “dólar MEP intervenido” y el “dólar MEP libre” se redujo a solo 4% este miércoles, desde niveles superiores al 10%. Para los traders, esto es una señal de que el banco central se está viendo obligado a concederles algo más de vuelo a los dólares financieros para evitar resignar reservas. Y esto lo lleva, lógicamente, a aumentar las restricciones.
2. Restricciones, inspecciones, denuncias
El Gobierno extendió esta semana a cinco días hábiles el plazo mínimo de tenencia en cartera, conocido como “parking”, para los bonos emitidos bajo ley extranjera. El objetivo fue poner obstáculos a la operatoria, acotar la demanda de divisas en el mercado paralelo, y, de esta manera, usar menos dólares en cada una de sus intervenciones.
Además, la AFIP y la Aduana hicieron inspecciones el jueves pasado en la City porteña con la excusa de investigar “falsas importaciones”, no bien empezó a percibirse la escalada en los tipos de cambio paralelos. El volumen de negocios se redujo ese día, pero volvió a incrementarse esta semana con cotizaciones récord. El Gobierno redobló la apuesta al denunciar maniobras especulativas del sector privado y la oposición, que incluyeron al candidato Javier Milei.
3. Fernández pide más yuanes
El presidente Alberto Fernández habría pedido al Banco Popular de China ampliar la parte operativa del swap, por otros US$ 5,700 millones, para poder intervenir en el mercado de cambios y abastecer a importadores, según publicó el sitio web local Infobae. El Gobierno anunciaría el acuerdo el próximo 18 de octubre tras una reunión de Fernández con su par de ese país, Xi Jinping.
4. Comercio exterior cerrado
La falta de dólares complica cada vez más el flujo comercial. El martes, la compañía estadounidense General Motors informó que se vio forzada a suspender temporalmente la producción en su única planta de Argentina, al sufrir “limitaciones de suministro relacionadas con componentes del exterior”. Además, la Aduana ordenó suspender las exportaciones e importaciones en la terminal de carga del aeropuerto internacional de Ezeiza por 72 horas, por la investigación de supuestas irregularidades.
5. Dólares en fuga
Los ahorristas argentinos empezaron a retirar depósitos en dólares de los bancos, lo que podría limitar la liquidez de divisas para un banco central que desde hace meses ya tiene reservas netas negativas. El stock de depósitos en dólares es un “colchón” que da grados de libertad al organismo. Los depósitos hoy estaban por debajo de los US$ 15,000 millones, la mitad del nivel que tenían hace cuatro años, en el último ciclo electoral.
6. Devaluaciones parciales
El Gobierno incluye cada vez más sectores al programa que concede vender una parte de los dólares de las exportaciones a un tipo de cambio más débil. Este miércoles, incluyó los “minerales metálicos” a una lista que es cada vez más extensa: soja, petróleo crudo y gas natural y pymes agropecuarias, entre otros. Los exportadores favorecidos con esta norma puede vender el 25% de sus dólares obtenidos en el mercado de capitales al precio del contado con liquidación. Estas concesiones también reflejan la creciente necesidad de dólares del Gobierno.
7. Más ventas en futuros
Las compañías perciben que la situación no tiene retorno y empiezan a cubrirse con lo que encuentran a su alcance. El BCRA tomó la decisión de aumentar las ventas de contratos en el mercado de futuros, en un esfuerzo por completar sus intervenciones con reservas al contado.
El banco central aumentó sus ventas para contener la presión en los contratos que vencen en octubre y noviembre, que son los meses en los que tendrá injerencia y que están bajo su gestión. Pero evita vender contratos a partir de diciembre, cuando podría asumir un nuevo Gobierno. El tipo de cambio para fin de diciembre saltó de 690 a 800 pesos por dólar en solo una semana, lo que significaría una devaluación del 56% para el peso argentino.