El canciller de Alemania, Olaf Scholz, habla con la prensa en el segundo día de una cumbre de la Unión Europea (UE) en la sede de la UE, en Bruselas. (Foto: Ludovic MARIN / AFP)
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, habla con la prensa en el segundo día de una cumbre de la Unión Europea (UE) en la sede de la UE, en Bruselas. (Foto: Ludovic MARIN / AFP)

Las sanciones impuestas a Rusia en respuesta a su invasión a Ucrania no se levantarán hasta que Moscú llegue a un acuerdo de paz con Ucrania, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, quien agregó que corresponde a Ucrania determinar los términos de la paz.

En una entrevista transmitida el lunes por el canal de televisión pública ZDF, afirmó que el presidente ruso, , calculó mal si había anticipado que podría ganar territorio de Ucrania, declarar el fin de las hostilidades y ver a los países occidentales retirar las sanciones.

No pensó en toda su operación en Ucrania. No pensó que Ucrania resistiría así. No pensó que los apoyaríamos para resistir tanto tiempo... No retiraremos las sanciones a menos que llegue a un acuerdo con Ucrania, y no lo conseguirá con una paz dictada”, indicó.

También aseguró que no aceptaría la anexión de Crimea por parte de Rusia. “Eso fue una violación del derecho internacional... eso sigue siendo cierto”, afirmó.

Scholz agregó que no tenía planes de visitar Kiev después de que se cancelara un viaje planeado por el presidente Frank-Walter Steinmeier debido a las objeciones de Ucrania.

Rechazó las críticas de que al principio dudaba demasiado en enviar armas pesadas a Ucrania, seguidas de críticas de pacifistas después de que Alemania anunciara la semana pasada la entrega de tanques antiaéreos “Gepard” a Ucrania.

No tiene sentido hacer algo solo porque alguien está gritando o no hacer algo porque alguien está gritando”, declaró y agregó que proteger al país y mantener la paz era su deber como canciller.

Scholz está bajo presión tanto en el país como en el extranjero para que suministre a Ucrania armas pesadas, como tanques y obuses, y apoye un embargo inmediato de la Unión Europea (UE) sobre las importaciones de energía rusa para despojar a Putin de divisas que lo ayuden a financiar la guerra.