Rusia y Venezuela buscaron hoy el apoyo mutuo para hacer frente a las sanciones que Occidente ha impuesto a ambos países, en un momento en el que Moscú intenta estrechar lazos no solo con sus aliados más estrechos en América Latina, como Caracas, sino también con otros países en el hemisferio occidental.
“Occidente cortó prácticamente todas las relaciones con nuestro país”, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa con su homólogo venezolano, Carlos Faría.
Rusia, que tiene que hacer frente a sanciones sin precedentes por su campaña militar en Ucrania, considera que “Occidente no es fiable”, y por eso mira a América Latina, Oriente Medio y la región de Asia-Pacífico para redirigir allí sus exportaciones.
Rusia mira a América Latina
Con América Latina, dijo el jefe de la diplomacia rusa, “desarrollaremos relaciones de todo tipo, tanto económicas como políticas, técnico-militares y culturales”.
En general, Rusia busca profundizar sus lazos “con cualquier país que esté dispuesto a hacerlo en pie de igualdad y en condiciones mutuamente beneficiosas”, recalcó Lavrov.
En el caso de Venezuela, los dos países acordaron avanzar en proyectos “mutuamente provechosos” en una serie de áreas, incluyendo la energía, la industria farmacéutica, la industria, el transporte, la cooperación técnico-militar y las altas tecnologías, dijo.
La asociación estratégica entre Rusia y Venezuela incluye la cooperación en al menos 20 áreas.
El comercio bilateral aumentó casi un 50% en el 2021, hasta US$ 149.7 millones.
En América Latina, los mayores aliados de Moscú son Venezuela, Cuba y Nicaragua, que han condenado -estando ellos mismos sometidos a sanciones- las medidas occidentales impuestas contra Rusia.
También mantiene buenos lazos con Brasil y Argentina, cuyos mandatarios, Jair Bolsonaro y Alberto Fernández, se reunieron en febrero con el presidente ruso, Vladímir Putin, justo antes de que éste iniciara su “operación militar especial” en Ucrania.
Estos países se han expresado con más distancia -junto con México- sobre la intervención bélica rusa que otros más vehementes en rechazarla como Chile, Colombia o Guatemala.
Condena mutua a sanciones
Faría volvió hoy a condenar la “gran cantidad” sanciones contra Rusia y el suministro “permanente” de armamento por parte de Occidente a Kiev, que busca avivar este conflicto en Ucrania.
Sostuvo que estas sanciones “no cumplieron sus expectativas”, ya que la economía rusa “sigue adelante con ciertos inconvenientes”.
El canciller aseguró que “todos” quisieran que el conflicto acabe y saludó la disposición “permanente” de Rusia, según dijo, a sentarse a la mesa de diálogo con Ucrania.
Eso sí, dejó claro que se debe “garantizar y cumplir las exigencias y demandas que puso en su momento el presidente Vladímir Putin con el objetivo de resguardar la seguridad de la Federación Rusia, de su territorio, de todo el pueblo ruso”.
“Sabemos hasta qué punto Estados Unidos y sus aliados desean socavar los cimientos de la economía venezolana y vemos que la economía venezolana ha sido capaz de resistir y nosotros, naturalmente, ayudaremos en todo lo posible”, recalcó por su parte Lavrov.
“Coincidimos en que el bloqueo por parte de Estados Unidos de los activos soberanos en las cuentas en el extranjero no solo es un saqueo evidente de los bienes de los regímenes indeseados al estilo del Lejano Oeste, sino también una violación flagrante de los derechos económicos y sociales de los ciudadanos de estos países”, añadió.
Esquivar el bloqueo
Faría señaló que las sanciones estadounidenses han impedido a Venezuela el desarrollo de la industria petrolera, empezando por la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), a la que no se le permite ningún tipo de financiación, compra de equipo o repuestos.
Por ello Caracas empezó a trabajar con Rusia en proyectos “mucho más específicos” y ahora se deben “acordar algunos elementos que tienen que ver con cómo eludir el bloqueo”, explicó.
Destacó que Rusia ya utiliza “medios de pago únicos” con China e India, que han aumentado sus importaciones de petróleo ruso.
“Nosotros esperamos que esto también pueda ocurrir con PDVSA (...) a fin de resolver temas relacionados con las finanzas y el transporte”, indicó Faría.
Ante las sanciones, Moscú impulsa un sistema interbancario ruso análogo al SWIFT, al que se habrían conectado 12 países, además del pago de bienes en moneda local en lugar del dólar y el euro.