Rusia y China suavizaron un comunicado redactado por los jefes del Grupo de las 20 (G20) principales economías mundiales para eliminar una referencia a las tensiones geopolíticas “actuales” que empañan las perspectivas económicas, según fuentes de las conversaciones.
Las conversaciones se celebraron tanto en formato virtual como de forma presencial en Yakarta, y tras la reunión se publicará el comunicado final.
Un primer borrador del comunicado final visto por Reuters ya no contenía ninguna mención directa a las preocupaciones de Occidente porque Rusia pueda invadir Ucrania, diciendo sólo que el G20 vigilaría los riesgos, “incluidos los derivados de las tensiones geopolíticas (actuales)”.
Los redactores del comunicado utilizan paréntesis para el lenguaje que no ha sido acordado por todos en la mesa. Las fuentes dijeron a Reuters que tanto Rusia como China pidieron que se eliminara la palabra “actuales”.
Sri Mulyani Indrawati, ministro de Finanzas de Indonesia, dijo a periodistas locales que había llevado tiempo llegar a la redacción final “porque, por supuesto, al mismo tiempo en la sala había países involucrados en la tensión geopolítica mencionada”.
El último borrador en inglés visto por Reuters decía que “también seguiremos vigilando los principales riesgos mundiales, incluidos los derivados de las tensiones geopolíticas que están surgiendo, y las vulnerabilidades macroeconómicas y financieras”.
Este lenguaje más vago contrasta fuertemente con la advertencia hecha el lunes por los ministros de finanzas del G7 de que Rusia se enfrentaría a consecuencias económicas “masivas” si decidiera invadir Ucrania. Ni Moscú ni China son miembros del G7.
Sri Mulyani dijo que los puntos de fricción más difíciles eran la reticencia de algunos países a respaldar la fijación de precios del carbono como herramienta para abordar el cambio climático, y cómo ayudar a los países pobres cuya carga de la deuda ha empeorado durante la pandemia de coronavirus.
“En este caso, el proceso no ha concluido”, dijo el ministro alemán de Economía, Christian Lindner.
En el borrador, los jefes de Finanzas de las principales economías del mundo se comprometieron a utilizar “todas las herramientas de política monetaria disponibles para hacer frente a los impactos de la pandemia”, al tiempo que advirtieron de que el futuro espacio regulatorio probablemente será “más estrecho y desigual”.
La inflación se encuentra actualmente en niveles elevados en muchos países debido a las interrupciones del suministro, el desajuste entre la oferta y la demanda, así como el aumento de los costes de las materias primas y la energía, según el borrador del comunicado.
El ritmo divergente de la recuperación de la pandemia está complicando la orientación de las políticas monetarias de los bancos centrales. Las esperadas subidas constantes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos han llamado la atención sobre las posibles consecuencias que puede haber para los mercados emergentes.
Aunque los casos de la variante ómicron del COVID-19 están disminuyendo en muchos países ricos, siguen aumentando en muchas naciones en desarrollo, incluido el país anfitrión de la reunión, Indonesia.