Rusia declaró la suspensión de pagos de su deuda externa al no aceptar sus acreedores el pago en rublos, asegura la empresa de notación Standard and Poor´s en un comunicado.
Rusia, que tiene sus cuentas en dólares bloqueadas en Estados Unidos por orden de su Gobierno, y también en otros países -aunque en cuantía menor- ha tratado de pagar con rublos sus bonos con vencimiento del 4 de abril, pero los inversores se han negado a aceptarlo ante la práctica imposibilidad de convertir los rublos en divisa.
Según S&P, esto equivale a un “impago selectivo” (selective default), que se declara cuando un país, institución o empresa incurre en impago de alguna de sus obligaciones, pero no de su deuda global.
En teoría, Rusia tiene aún un llamado “periodo de gracia” de treinta días desde esa fecha del 4 de abril para efectuar sus pagos de capital e intereses, pero S&P considera muy improbable que le pueda servir.
“No esperamos en este momento que los inversores consigan convertir los pagos en rublos a dólares por un monto equivalente a las cantidades debidas, ni que el gobierno pueda convertir esos pagos en ese periodo de treinta días”, afirma la empresa.
Standard and Poor´s razona que esto se debe a que las sanciones contra Rusia probablemente van a endurecerse en las próximas semanas, “obstaculizando la voluntad rusa y su capacidad técnica de cumplir los términos y condiciones para honrar sus obligaciones”.