Rusia incluyó en su lista de personas buscadas a un ciudadano bielorruso que solicitó asilo político en Francia, después de que hubiera revelado violaciones y torturas sistemáticas perpetradas en las cárceles rusas.
De acuerdo a un anuncio colgado en la web del Ministerio del Interior ruso, Serguéi Savelev, de 31 años, es objeto de búsqueda por vínculo con un caso penal, sin brindar más precisiones.
Este joven estuvo encarcelado durante siete años y medio en Rusia por tráfico de drogas y finalmente liberado en febrero del 2021.
Durante su encarcelamiento, aprovechando una operación de mantenimiento de material informático, descargó una gran cantidad de videos que muestran torturas y violaciones sistemáticas en el sistema penitenciario ruso.
A comienzos de octubre, la publicación de uno de estos impactantes videos, que muestra la violación de un preso en un hospital-prisión de Saratov, desencadenó un gran escándalo en Rusia.
El Kremlin prometió abrir diversas investigaciones sobre estos maltratos y por lo menos cuatro funcionarios de prisiones fueron despedidos.
No obstante, alegando temer eventuales represalias por parte de las autoridades rusas, Savelev viajó a Francia la semana pasada, solicitando asilo político.
En una entrevista con la AFP, afirmó que había decidido dar a conocer el documento porque era “psicológicamente muy difícil” guardarse estos horrores sólo para él mismo.
Este sábado, además señaló que era perseguido en Rusia “por divulgación de secretos de Estado”.
“El poder ruso utiliza aquellos métodos que conoce y considera apropiados, o sea, la fuerza y la intimidación, y aún intenta silenciarme”, afirmó en un video publicado por Gulagu.net.
De acuerdo a Savelev, las autoridades prefieren “perder su tiempo intentando acallar la verdad”, en lugar de “reformar su sistema penitenciario” y penalizar a todos aquellos “implicados en una fábrica de torturas”.
“Los mismos servicios de seguridad rusos revelan la verdadera naturaleza (de los actos) e intentan silenciar al hombre que ayudó a alertar al mundo sobre crímenes de lesa humanidad”, señaló la oenegé en un mensaje en su cuenta en la red Telegram.
Con mucha frecuencia el sistema penitenciario ruso es acusado de escándalos de torturas, cometidas de manera casi institucionalizada por guardias o reclusos bajo sus órdenes, sobre todo para obtener confesiones bajo coerción.