Rusia aseguró que ha dado la orden de pago de los intereses de su deuda en dólares que vencía este miércoles, US$ 117.2 millones, si bien ha precisado que no puede garantizar que el acreedor final reciba el abono por el impacto de las sanciones impuestas a ese país por la invasión de Ucrania.
“La posibilidad o imposibilidad de cumplir con nuestras obligaciones en divisa extranjera no depende de nosotros, nosotros tenemos el dinero y hemos hecho el pago. Ahora la pelota está en el tejado de Estados Unidos”, dijo el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, al grupo mediático RT.
Moscú incurriría en el primer incumplimiento del pago de la deuda externa desde la Revolución Bolchevique de 1917 por no abonar el cupón de esta emisión en los términos establecidos.
Además la agencia de calificación Fitch ha anunciado que considera equivalente a una suspensión de pagos el abono del cupón de esa emisión de deuda en rublos en lugar de en dólares, aunque Rusia dispone todavía de un periodo de gracia de 30 días para cumplir sus obligaciones, hasta mediados de abril.
“Dimos ya la orden de pago, ahora la pelota está en el tejado de las autoridades estadounidenses, en primer término”, dijo el ministro, quien aseguró que no puede garantizar que el inversor final obtenga el abono debido al impacto de las sanciones que los países occidentales han impuesto a Rusia por la invasión de Ucrania.
El responsable de las Finanzas rusas cree que corresponde a los países occidentales, principalmente a Estados Unidos, retirar esos fondos de las cuentas en dólares que han sido congeladas a Rusia por las sanciones.
Se trata de los primeros cupones en moneda extranjera que vencen tras el cambio de normativa realizado por el Gobierno del presidente de Rusia, Vladímir Putin, el 5 de marzo pasado.
Fitch avanza la posibilidad de bajar más el rating
Fitch argumenta que su decisión de equiparar el impago en dólares a la suspensión de pagos es coherente con la rebaja de la deuda a largo plazo de Rusia que decidió el pasado 8 de marzo, cuando calificó las emisiones del país como “extremadamente especulativas” y en riesgo de quiebra o mora (nivel C).
El nivel C en las calificaciones de deuda a largo plazo está 19 peldaños por debajo de la nota máxima, la triple A, que ostentan países como Estados Unidos, Alemania y varios países de su órbita financiera (Suecia, Noruega, Dinamarca, Países Bajos y Luxemburgo, entre otros). España tiene una calificación de A-.
La entidad calificadora aclara que el impago en dólares implicaría una degradación de estas emisiones a suspensión de pagos restringida (D), calificación que también se dará a la deuda a largo plazo al término del periodo de gracia, un escalón por debajo de la otorgada el 8 de marzo.
El gobierno ruso debe unos US$ 40,000 millones en bonos denominados en dólares y euros, la mitad de los cuales está en manos de inversores extranjeros.
Rusia defiende que las sanciones que excluyen al país del sistema financiero internacional le impiden pagar en otra moneda distinta del rublo, que considera un medio de pago aceptable.
Aun no implica riesgo sistémico
Los analistas aseguran que un incumplimiento por parte de Rusia de sus compromisos de deuda aun no representa un riesgo sistémico, por la limitada exposición a los activos del país, dado que muchos inversores internacionales salieron del país tras la anexión de Crimea, en el 2014, aunque habrá que analizar con detalle quiénes son los tenedores de la deuda rusa.
El impago sí podría precipitar quiebras en cadena en aquellos inversores con fuertes posiciones en activos rusos y en la deuda ETF (fondos que cotizan en tiempo real), algunos de los cuales están invertidos en bolsa y deuda de aquel país, ha dicho Juan Ignacio Crespo, analista de mercados.
Crespo dice también que la cláusula “cross default”, que suele estar incluida en todas las emisiones de deuda, implica que en el momento en que se deja de pagar un cupón automáticamente vence toda la emisión de esa deuda, por lo que los tenedores de estos bonos rusos deberán provisionar no sólo lo que vencía este miércoles sino toda la inversión.