Rusia retiró a sus tropas de la emblemática isla de las Serpientes en el Mar Negro donde ha enfrentado incesantes ataque ucranianos, pero mantiene un operativo para tratar de rodear el último bastión de la resistencia en la provincia oriental de Luhansk.
El Ministerio de Defensa dijo que sacó a sus efectivos de la Isla de las Serpientes (Zmiyinyy), ante el puerto de Odesa, en lo que describió como un “gesto de buena voluntad”. La retirada ha demostrado que “la Federación Rusa no estaba obstaculizando los esfuerzos de Naciones Unidas para establecer un corredor humanitario para sacar productos agrícolas de territorio ucraniano”, agregó.
Kiev y Occidente han acusado a Rusia de bloquear los puertos ucranianos para impedir las exportaciones de grano, contribuyendo a la crisis alimentaria global. El Kremlin ha negado las acusaciones y dijo que Ucrania debe retirar las minas marinas para permitir una navegación segura por la zona.
Desde Kiev, en cambio, la retirada fue vista como una victoria. “Doy las gracias a los defensores de la región de Odesa que han hecho todo lo posible por liberar un territorio estratégicamente importante”, dijo en Telegram el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valerii Zalujnii.Para el primer ministro británico, Boris Johnson, esta retirada muestra que a Rusia “le resultará imposible” doblegar a Ucrania.
“Al final, a Putin le resultará imposible someter a un país que no acepta su dominio”, dijo Johnson en una conferencia de prensa tras una cumbre de la OTAN en Madrid, al tiempo que subrayó la unidad de la Alianza contra Rusia.
“Hemos visto lo que puede hacer Ucrania para hacer retroceder a los rusos. Hemos visto lo que hicieron en Kiev y en Járkov, ahora en la isla de las Serpientes. Creo que lo correcto para nosotros es seguir en el camino que ha trazado la OTAN, sin importar lo difícil que sea”, añadió.
Ocupación
Rusia tomó la isla en los primeros días de la guerra, con la aparente esperanza de utilizarla para controlar la zona y usarla como base para un ataque sobre Odesa. Los ucranianos han atacado continuamente a las fuerzas rusas estacionadas allí.
En el este, el intento de Rusia para arrebatar a Kiev el control de toda la región del Donbás, de mayoría rusófona, se centra en Lysychansk, el último reducto ucraniano en la provincia de Luhansk. Los soldados rusos y sus aliados separatistas controlan el 95% de esa provincia y casi la mitad de la de Donetsk, que forman el corazón industrial del país.
El Estado Mayor ucraniano indicó que las fuerzas del Kremlin estaban bombardeando Lysychansk y combatiendo con los defensores ucranianos en torno a una refinería de petróleo a las afueras de la ciudad.
El gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, dijo que las unidades de reconocimiento rusas trataron de entrar a Lysychansk el miércoles, pero fueron repelidas por las fuerzas ucranianas. Los rusos trataban de bloquear también una carretera empleada para distribuir suministros y rodear la ciudad por completo, agregó.
“Los rusos han llevado a prácticamente todas sus fuerzas para tomar la ciudad”, apuntó Haidai.
En una visita a Turkmenistán a primera hora del jueves, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que sus objetivos en Ucrania no han cambiado desde el inicio de la guerra. Y apuntó que eran “la liberación del Donbás, la protección de su población y la creación de condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia”. El mandatario no mencionó sus objetivos originales de “desmilitarizar” y “desnazificar” el país.
Putin negó también que Moscú haya ajustado su estrategia al no haber conseguido tomar Kiev en los primeros días del conflicto. “Como pueden ver, las tropas se están moviendo y alcanzando las marcas que se les establecieron para una etapa determinada de este trabajo de combate. Todo va según lo previsto”, indicó Putin.
Por otra parte, el jueves se celebrarán los funerales por los 18 fallecidos confirmados en el ataque ruso a un centro comercial de Kremenchuk el lunes. Los equipos seguían buscando entre los escombros a otras 20 personas que siguen desaparecidas.
Los investigadores encontraron partes de ocho cuerpos, señaló la responsable de prensa de los Servicios de Emergencia ucranianos, Svitlana Rybalko. No estuvo claro de inmediato si esto significaba que había más víctimas. Varios de los sobrevivientes sufrieron amputaciones.
Tras ese ataque, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, acusó a Rusia de haberse convertido en un estado “terrorista”, y el miércoles le reprochó a la OTAN que no respalde o envíe más equipos a su asediada nación.
“La política de puertas abiertas de la OTAN no debería parecerse a los viejos tornos del metro de Kiev, que están abiertos pero se cierran cuando te acercas hasta que pagas”, afirmó el presidente, a través de una videoconferencia, ante la cumbre de la Alianza en Madrid. “¿No ha pagado suficiente Ucrania? ¿Acaso nuestra contribución a la defensa de Europa y toda la civilización ha sido insuficiente?”.
Además, instó a la OTAN a enviar más sistemas modernos de artillería y otras armas y advirtió a los líderes que o bien proporcionan a Kiev la ayuda que necesitan, o “a ustedes mismos les tocará enfrentar una guerra demorada con Rusia”.
Suecia anunció el jueves planes para enviar más medios militares al país, incluyendo armas antitanque, armas de apoyo y equipos de desminado que, según dijo, había solicitado Kiev.
“Es importante que el apoyo a Ucrania por parte de los países democráticos en Europa sea continuo y a largo plazo”, señaló el ministro de Defensa, Peter Hultqvist, según la agencia noticiosa sueca TT. Hultqvist no explicó ni cuándo ni cómo se entregarían los equipos.
Mientras, Rusia, ignorada por Occidente, ha querido reforzar sus lazos con otras naciones. Los medios estatales iraníes reportaron el jueves que Teherán ha propuesto ampliar los intercambios financieros con Moscú, además de la cooperación en el ámbito energético en un marco independiente del sistema financiero occidental, en donde ambos países están sometidos a importantes sanciones.
Putin se reunió con su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, en un aparte de una cumbre que reúne a los estados que dan al Mar Caspio en Asjabad, Turkmenistán, de acuerdo con la agencia noticiosa estatal de Irán, IRNA.
En el sur de Ucrania, el número de fallecidos en un ataque ruso con misiles a un edificio de apartamentos en Mykolaiv en la víspera subió a seis personas, según el gobernador, Vitaliy Kim. Otras seis resultaron heridas. Mykolaiv es un puerto importante y su captura, como la de Odesa más al oeste, sería clave para el objetivo ruso de cortar la salida al mar de Ucrania por la costa del Mar Negro.