El expresidente de Bolivia, Evo Morales, viene impulsando la Runasur, el bloque de movimientos sociales latinoamericanos integrados por Bolivia, Venezuela, Ecuador, Perú y Argentina, acordó convocar a una reunión en Cusco (Perú) para el 20 y 21 de diciembre próximo.
Este fue uno de los puntos de la denominada “Declaración de Buenos Aires”, emitida al término de la segunda reunión técnica de la Runasur el miércoles, celebrada Buenos Aires con representantes de varios países.
La Runasur, un foro alternativo a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de Hugo Chávez, tiene por objetivo busca articular una América Plurinacional en coordinación con movimientos sociales latinoamericanos.
En abril pasado, Morales identificó a la Runasur como una Unasur de los pueblos “después de que los “países de derecha aplastaron” a ese bloque regional.
El internacionalista Juan Antonio Velit, señaló que tendríamos que entender que la intención de Evo Morales es buscar un espacio de integración de los partidos de izquierda y se espera que sea de una izquierda democrática.
“El caso de Evo Morales y su Runasur que es su camino hacia la integración de los países izquierdistas democráticos es para fortalecer posiciones, para respaldarse mutuamente, para buscar la manera de integrarse y que en caso que sean afectados los regímenes, entonces lo otros gobiernos de izquierda los respalden”, explicó.
¿Por qué Morales mira al Perú? “Hay una cercanía del partido de gobierno con el partido socialista de Evo Morales; es uno de los partidos más fuerte hermados; además hay una cercanía geográfica entre ambos países y porque Bolivia ha sido el alto Perú, es el país más cercano a Perú que existe en América del Sur”, menciona Velit.
Sin embargo, resalta que el gobierno del presidente Pedro Castillo y Perú Libre son de una clara posición ideológica izquierda democrática. “Pero está dividido, una parte está ligada a Pedro Castillo con la izquierda democrática y la otra a Vladimir Cerrón que es una izquierda extrema”.
“El Perú puede ser llevado a la posición de Evo Morales, pero el presidente Castillo sabe que si se acerca mucho a Bolivia el Perú se vuelve muy vulnerable porque el comercio y la internacional no apuntarían a nuestro país”, advirtió a gestion.pe.
En esa línea, el internacionalista Óscar Vidarte señaló que este es uno de los tantos espacios que existen para articular propuestas que pueden ser tomadas, a todo nivel, pero que no debe causar asombros o preocupaciones.
“Habría que preguntarnos ¿qué tanta influencia tiene Morales, o qué capacidad política y económica tiene Venezuela para movilizar a los chilenos? Más allá de articulaciones y diálogos, hay que ser cautelosos de pensar que se genere un impacto o influencia, y nos veamos en otro Foro de Sao Paulo, que articula a los presidente y movimientos sociales”, comentó.
América del Sur
En otro momento Velit señaló que la izquierda está en un momento optimista en América del Sur. “Me atrevería a decir que en América, porque en México también tiene una posición izquierdista a pesar de su cercanía con EE.UU. mantiene su identificación doctrinaria”.
“En América del Sur hay una corriente que precisamente es la que ha percibido Evo Morales y que aprovecha la ola que se está dando para plantear su concepción política de Runasur, y algunos elementos avisoran la posibilidad de gobiernos izquierdista”, precisó.
En esa línea, agregó que uno de los objetivos es que Lula da Silva sea el próximo presidente de Brasil, si es que lleva adelante su candidatura.
A su turno, Vidarte comentó que América del Sur es más heterogénea de lo que parece. “Hay que diferenciar, en la zona andina -sobre todo en Colombia, Perú y Chile - que no habían vivido esta ola progresista, con algo de tardanza, están viviendo estos procesos de crítica”.
En el caso peruano se canalizó a través de un proceso electoral que llevó a Pedro Castillo a la presidencia; mientras que en el caso de Chile se hizo a través de protestas que los llevó a una Constituyente; y en el caso de Colombia, tiene a Gustavo Petro, como favorito en las encuestas como próximo presidente.
“Lo que sucede en el resto de América del Sur, es que la izquierda no desapareció, está ahí y todavía tiene mucho peso político en la región. Y la derecha de alguna manera no habría colmado las expectativas en un contexto económico muy difícil para la región, lo que ha permitido que regrese la izquierda, como el caso de Argentina, Bolivia y que Lula da Silva sea el favorito en Brasil”, detalla.
Si bien la excepción es Ecuador, Vidarte recuerda que el candidato de Rafael Correo quedó en segundo lugar.
“Hubo un intento de giro a la derecha, pero se demostró que la izquierda sigue teniendo mucho peso político y sigue teniendo presencia. La derecha no ha sabido contruir un discurso y lo que vemos ahora es que lo está radicalizando”, concluyó.
Para recordar
La Unasur nació en el 2008, impulsada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, y apuntalada por otros líderes regionales como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el exmandatario argentino también fallecido Néstor Kirchner, y los entonces gobernantes de Ecuador, Rafael Correa, y Bolivia, Evo Morales.
La crisis en la organización se inició en el 2017 cuando los doce Estados miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre un nuevo secretario general y que se tornó más crítica cuando en abril del 2018 Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación y financiación.