La monarquía británica prevé despedir a una veintena de personas que trabajaban directamente para la reina Isabel II tras su muerte el pasado 8 de septiembre, han confirmado fuentes sindicales.
Mark Serwotka, secretario general del sindicato de Servicios públicos y comerciales, que representa a empleados de la casa real, dijo este miércoles que los afiliados se han sentido “decepcionados” al recibir la carta de aviso del tesorero real Michael Stevens.
En esta carta, Stevens avisa de que, aunque la mayoría de las operaciones se mantendrán como hasta ahora bajo el reinado de Carlos III, varios empleos corren riesgo.
“Si bien es demasiado pronto para confirmarlo de manera definitiva, se anticipa que una minoría muy pequeña de empleados (menos de 20) que brindaron servicios personales a su majestad la reina Isabel verán sus puestos afectados por su muerte”, afirma.
Stevens indica que se escribirá a los interesados para informarles de estos cambios y de cómo se llevarán a cabo.
La semana pasada la prensa reveló que están en riesgo también un centenar de puestos de trabajo en la antigua residencia oficial del rey, Clarence House, que ahora centrará su gestión en el vecino Palacio de Buckingham.