Los gobiernos de Turquía y Reino Unido insistieron en la necesidad de crear un sistema que permita sacar a los mercados las toneladas de cereales bloqueadas en Ucrania debido a la invasión rusa, con Londres advirtiendo que si no hay una solución el mes que viene, podría producirse una “hambruna global”.
“Es urgente que se tomen medidas durante el mes que viene, antes de la nueva cosecha”, advirtió la ministra de Exteriores británica, Elizabeth Truss, en Ankara con su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu.
“Si no se resuelve este problema, es probable que se produzca una enorme hambruna mundial”, afirmó la ministra, quien destacó que Turquía está desempeñando un importante papel en las negociaciones para desbloquear las exportaciones de trigo y otros alimentos desde Ucrania.
Truss acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de usar el hambre como arma al bloquear unas 20 millones toneladas de grano en los puertos marítimos ucranianos.
Çavusoglu, por su parte, insistió en que si se llega a un acuerdo, bajo supervisión de Naciones Unidas, se creará un pasaje seguro para que los barcos mercantes abandonen las aguas territoriales de Ucrania y se instalará un centro de control en Estambul.
“Los barcos que vayan hacia los puertos ucranianos serán inspeccionados para asegurar que no transportan armas”, dijo el ministro, que insistió en la necesidad de dar garantías a Rusia.
Entre ellas, mencionó de nuevo el levantamiento de sanciones sobre el sector bancario ruso para facilitar la exportación de fertilizantes y cereales desde Rusia.
Cavusoglu dijo que el plan sólo funcionará si todas las partes están de acuerdo, y adelantó que aún no hay una fecha para celebrar una cumbre sobre el tema en Estambul, pero que espera una respuesta positiva de Rusia.