La directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC) destacó la importancia de reformar el organismo mundial para evitar nuevas guerras comerciales, pero advirtió que sería muy difícil en medio de las elevadas tensiones geopolíticas.
El organismo de comercio mundial, de 27 años de antigüedad y sometido a la presión de demostrar su relevancia, tenía que haber celebrado esta semana una importante reunión ministerial, entre cuyos temas clave figuraba un plan para actualizar el libro de normas del comercio mundial.
Sin embargo, fue pospuesta debido a las restricciones de viaje vinculadas a la variante ómicron, lo que ha frenado aún más las ya escasas esperanzas de un progreso.
A la pregunta de si la OMC es capaz de reformarse, Ngozi Okonjo-Iweala dijo en una entrevista en la conferencia Reuters Next: “Absolutamente. Que sea fácil de hacer es otra cosa”.
“Creo que será muy difícil por la falta de confianza entre los miembros”, enfatizó.
La máxima instancia de apelaciones de la OMC, el Órgano de Apelación, está inhabilitada desde el 2019 cuando la administración del ex presidente estadounidense Donald Trump bloqueó los nombramientos de jueces.
Okonjo-Iweala dijo que el sistema de solución de controversias de la OMC tenía que ser salvado para evitar futuras guerras comerciales, y agregó que era necesario abordar las “preocupaciones legítimas” de Washington sobre la extralimitación.
Describiendo el ambiente actual como “cargado de tensiones geopolíticas”, advirtió del riesgo de que el sistema comercial basado en normas sea sustituido por un sistema basado en el poder y dijo que los países más pequeños serían los más perjudicados por ello.
“Es absolutamente importante que apoyemos el comercio multilateral y que no lo demos por sentado”, señaló.
Okonjo-Iweala, directora general desde marzo, indicó que veía muchas oportunidades para el organismo comercial con sede en Ginebra, incluso en el ámbito del cambio climático, como el desarrollo de un precio global del carbono.