“No estaba preparado para este tipo de batalla, pero era el día en el que había que darlo todo”, admitió Rafael Nadal este domingo tras haber ganado la final del Abierto de Australia y lograr su 21º título del Grand Slam.
En un partido épico y con un final dramático, Nadal remontó ante el ruso Daniil Medvedev para llevarse la victoria en cinco sets, por 2-6, 6-7 (5/7), 6-4, 6-4 y 7-5, en más de cinco horas de juego.
En conferencia de prensa, Nadal recordó que el año pasado apenas pudo competir en la segunda parte de la temporada por una lesión en el pie y que en diciembre contrajo el covid-19.
“No estaba preparado físicamente para este tipo de batalla. No me había entrenado lo suficiente para estar listo para esto. Pero esta noche era muy particular. Lo he dado absolutamente todo lo que tenía en mí, podéis creerme”, declaró ante los periodistas.
“Estoy muy, muy cansado. No llego siquiera a festejar el título. Pero era el día en el que había que darlo todo. Lo he disfrutado, me ha gustado la pelea, me han gustado estas emociones. He podido correr sin ningún problema. No sé qué pasará mañana, pero he tenido la suerte de jugar libremente”.
“Sé que las cosas pueden cambiar porque mi lesión no tiene cura. Pero he podido jugar durante un mes, ya es mucho. Era algo inesperado y me da mucha energía para continuar. Adoro estar en la pista. Y ahora, creo que voy a poder seguir jugando durante un momento”, se felicitó.
Preguntado por su 21º título del Grand Slam y el hecho de ser el primer tenista masculino en alcanzar esa cifra, el español de 35 años respondió: “Es genial ganar un Grand Slam en este momento de mi carrera. Significa mucho y sé que el 21 es un número especial. Sé lo que quiere decir. Es un día inolvidable. Nunca diré ‘lo merezco’ porque mucha gente lucha y muchos lo merecen. Pero creo sinceramente que mi estado de espíritu es muy positivo”.
“Estos últimos seis meses, he luchado mucho por volver a las pistas. He pasado momentos muy difíciles, he tenido conversaciones muy duras porque no sabía si podría volver al circuito. Me siento honrado. No le doy mucha importancia al hecho de saber si soy o no el mejor de la historia. Honestamente, hoy me preocupa poco. Esto (su recuperación) sí significa mucho para mí. Más que de haber ganado mi segundo Abierto de Australia. Más que todo”.
-“El título más inesperado”-
Nadal reconoció que si su triunfo de este domingo no es el mayor éxito de su carrera, sí es “el más inesperado”.
“Sé lo que he pasado para llegar aquí. Estoy destrozado físicamente, no puedo pensar, no recuerdo bien el partido. El apoyo del público ha sido enorme. Las emociones me han invadido durante todo el partido. Este 21º título del Grand Slam me ha procurado más emociones que el primero (Roland Garros-2005), sin duda. Al final de tu carrera aprecias mejor estos momentos porque sabes que hay menos oportunidades de que se repitan, por lo que sí, la satisfacción personal es mayor que hace unos años”.
Finalmente, preguntado qué es lo que le lleva a superar tantas lesiones como ha tenido en su carrera para seguir ganando, el español respondió: “El amor por el juego, la pasión, una actitud positiva y ganas de trabajar... Y las personas adecuadas a mi lado, que me han ayudado a diario”.