Tras la toma de Kabul, capital de Afganistán, por los talibanes, miles de ciudadanos intentan huir del país, lo que llevó a líderes de todo el mundo a prepararse para una posible afluencia de refugiados.
Países europeos como Francia, Alemania, Italia y España se apresuran a evacuar a periodistas, activistas y aliados afganos a medida que los talibanes montan retenes alrededor del aeropuerto internacional del país, lo que genera preocupaciones de que el grupo esté impidiendo que los ciudadanos se vayan.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se comprometió a reasentar a 20,000 refugiados y al mismo tiempo pidió la cooperación internacional para prevenir un desastre humanitario. Los alcaldes de Liverpool, Manchester, Roma y Florencia dijeron que acogerían a refugiados en sus ciudades.
Estados Unidos también se esfuerza por evacuar a estadounidenses y afganos al mismo tiempo que intenta acelerar el procesamiento de visas para más de 18,000 personas que tienen solicitudes pendientes.
Muchos de ellos fueron aliados durante la guerra de 20 años y enfrentan posibles represalias a medida que más tropas estadounidenses se retiran de Afganistán. Países como Albania, Macedonia del Norte, Qatar y Uganda aceptaron la solicitud de Estados Unidos de recibir temporalmente a refugiados mientras esperan la aprobación.
Algunas ciudades de Estados Unidos esperan reasentar a más de 1,000 refugiados en los próximos días. Los alcaldes de Baltimore, Kansas City y San Luis declararon que están preparados para recibirlos. Y un grupo bipartidista de gobernadores, incluido el gobernador demócrata Gavin Newsom de California y el gobernador republicano Larry Hogan de Maryland, se ofreció a acoger a más refugiados.
Otros gobernadores republicanos, como los de Georgia y Nebraska, también manifestaron su apoyo.
No todos los países están abiertos a la reubicación de refugiados. Turquía completó recientemente un muro masivo en su frontera con Irán en un intento por detener la afluencia de refugiados afganos. Eso fue antes de que Irán cerrara sus fronteras con Afganistán el miércoles, sellando una ruta importante para los refugiados hacia las naciones de Europa más dispuestas a acogerlos.