El presidente ruso, Vladímir Putin, presidirá el domingo en San Petersburgo el Día de la Armada y aprobará la nueva doctrina naval, que ha sido modificada a la vista de los cambios geopolíticos causados por la campaña militar rusa en Ucrania.
Según informó hoy el Kremlin, Putin firmará la doctrina naval durante una ceremonia oficial en el museo de la Fortaleza de Pedro y Pablo de la antigua capital imperial.
El documento, de acuerdo a sus autores, permitirá a Rusia ampliar su potencial naval a la hora de defender su seguridad y sus intereses en los diferentes océanos, pero no está dirigido a la confrontación.
Entre otras cosas, agilizará la movilización de los recursos a cargo de la Armada, lo que incluirá los barcos civiles y sus tripulaciones, además del empleo de la infraestructuras marítimas en tiempos de guerra
“En condiciones de total guerra híbrida del Occidente Colectivo contra nuestro país, las sanciones sin precedentes y la operación militar especial en Ucrania la garantía de la seguridad es más actual que nunca”, aseguró sobre la nueva doctrina Yuri Borísov, vicepresidente del Gobierno.
Según el Kremlin, en la parada naval del domingo participarán más de 40 buques, submarinos y lanchas, 42 aviones y más de 3,500 soldados.
Putin se subirá a una lancha con la que se desplazará en aguas de San Petersburgo y de la isla de Kronstadt en el Golfo de Finlandia, donde transcurrirá el acto.
Desde el inicio de la intervención militar en el país vecino, la flota rusa ha jugado un papel activo a la hora de atacar con misiles territorio ucraniano.
En abril Rusia sufrió su mayor revés con el hundimiento a manos de Ucrania del buque insignia de su flota en el mar Negro, el crucero portamisiles Moskvá, donde habrían muerto una treintena de marineros.
Con la toma de los puertos de Mariúpol (Donetsk) y Berdiansk (Zaporiyia) y la creación de un corredor terrestre hasta la anexionada península de Crimea, la flota rusa convirtió el Azov en un mar interior, aunque algunos expertos animan al Kremlin a dejar a Ucrania también sin salida al mar Negro.
La prensa occidental informó de que el Ejército ruso sufre escasez de personal dispuesto a ir al frente, por lo que el Kremlin ha ordenado a las regiones la creación de batallones de voluntarios, que ahora se están sometiendo a instrucción militar.