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El nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires advirtió que no tiene suficiente dinero para pagar obligaciones de deuda y funcionarios estatales durante el próximo mes, comentarios que podrían ser un preaviso a acreedores y se preparen así para una reestructuración.
El gobernador, Axel Kicillof, economista de izquierda que ganó notoriedad a principios de esta década cuando supervisó las controvertidas negociaciones del gobierno federal sobre los bonos incumplidos, dijo que solo había 25,000 millones de pesos (US$ 417.9 millones) en cuentas provinciales, pero que necesita 40,000 millones para pagar deudas y salarios en los próximos 30 a 35 días. Agregó que se deben otros 50,000 millones a empresas involucradas en proyectos de infraestructura pública y cárceles.
“Con esa deuda y esas obligaciones, el monto del que se ha hablado es insuficiente”, dijo Kicillof en un discurso desde La Plata, capital de la provincia. “La provincia está dispuesta a cumplir con sus compromisos de deuda, pero necesita tener una estructura de deuda sostenible”.
Los inversores han temido que los bonos de la provincia puedan ser las primeras obligaciones de incumplimiento en el extranjero en medio de una crisis económica nacional que obligó a formuladores de políticas federales a advertir que deberán reestructurar las deudas para posponer los vencimientos. El presidente, Alberto Fernández, también dijo en su discurso inaugural que el país quiere pagar su deuda pero no puede hacerlo bajo las circunstancias actuales.
“Como dijo Alberto, si no crecemos, no podemos pagar”, resaltó Kicillof. “Nos pondremos en contacto inmediatamente con los bonistas y estableceremos un diálogo para encontrar una solución a este problema”.
Los bonos de la provincia de Buenos Aires denominados en dólares revirtieron pequeñas ganancias después de los comentarios del gobernador.
El desinflado precio indica una probabilidad de 50% de que no se realice un pago de intereses con vencimiento el 20 de enero, según Alejo Costa, estratega jefe de BTG Pactual Argentina.
“El discurso de Kicillof sugiere que él ve la deuda como insostenible, y que puede buscar ganar tiempo para crecer y proponer algún tipo de recorte”, dijo Costa. “Esto confirma que buscarán una reestructuración”.
El gobernador también criticó el endeudamiento de la administración anterior en moneda extranjera a pesar de que la provincia, donde vive aproximadamente 40% de la población del país, obtiene sus ingresos en pesos. La provincia debe realizar pagos sobre 82% de la deuda denominada en dólares, es decir US$ 8,800 millones en pagos de esas obligaciones durante los próximos cuatro años, agregó.
En el discurso, Kicillof también agregó que buscará formular un plan de emergencia de 100 días para abordar las finanzas de la provincia, las altas tarifas de servicios públicos y una desaceleración en la producción. Dijo que eliminaría un aumento en los precios de la electricidad que su predecesor había autorizado que entrara en vigencia a partir del 1 de enero.
“La provincia tiene una deuda en dólares”, dijo. “Pero también tiene una deuda de salud, una deuda laboral, una deuda de producción”.
El único consuelo para los inversores podría ser que habían anticipado una reestructuración durante meses, desde que las elecciones primarias de agosto indicaron un amplio apoyo para Kicillof y sus aliados.