Manifestantes de organizaciones sociales de izquierda no afines con el Gobierno peronista de Alberto Fernández marcharon en forma masiva este jueves en Argentina en reclamo de trabajo genuino, más ayuda social y menos ajuste público a un mes de que se celebren las elecciones legislativas del 14 de noviembre próximo.
Las organizaciones que integran la coalición Unidad Piquetera movilizaron a miles de personas para cortar siete accesos a Buenos Aires y realizar acciones en más de 150 puntos del país.
Los convocantes reclaman un plan de obras públicas para la generación de un millón de puestos de trabajo, la actualización por inflación y la apertura universal de los programas sociales y la provisión de más alimentos y una mejora de la calidad a los comedores populares.
La Unidad Piquetera realiza esta marcha a continuación de un “ollazo nacional contra el hambre” que habían realizado el 6 de octubre pasado, que suceden a una serie manifestaciones multitudinarias realizadas ante el Ministerio de Desarrollo Social, desde que asumió Juan Zabaleta, en agosto pasado, con similares demandas.
Los organizadores explican que esta nueva marcha se realiza a más de un mes de que presentaron a Zabaleta, sin obtener respuesta, un programa de empleo genuino basado en la construcción de viviendas, obra pública, cuidado del medio ambiente, tareas de cuidado y líneas para enfrentar la violencia de género.
Las manifestaciones sociales se han incrementado este año en Argentina, ante la crisis económica que atraviesa el país -al cumplir tres años de recesión en el 2020, registrar una inflación anual de 51.4% en agosto pasado y una pobreza de 40.6% en el primer semestre- y en vísperas de las elecciones primarias de septiembre pasado, en las que el oficialismo sufrió una dura derrota, y legislativas de noviembre próximo.
“Salimos a la calle en la continuidad de un plan de lucha que se va a profundizar con acampes y acciones todavía más fuertes en las semanas que vienen porque el gobierno ha orientado su política a la continuidad y profundización de un ajuste que lleva no sólo a los trabajadores sino al conjunto del país al desastre”, dijo el dirigente del Polo Obrero Eduardo Belliboni a Prensa Obrera.
La movilización considera una maniobra electoral las propuestas que lanzó el Gobierno de Fernández para “cambiar planes sociales por trabajo”, respecto del programa para involucrar trabajadores que cobran planes de empleo en el sector de la construcción sin perder los beneficios y el proyecto de ley con la misma idea, pero con estímulos económicos orientados a las pymes.
Estas organizaciones también consideran que el Gobierno ha ratificado un ajuste al servicio del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló Belliboni, para renegociar la deuda de 45,000 millones que debe Argentina.