Hace 20 años, los científicos descubrieron un cráneo de siete millones de años que, según concluyeron, pertenecía a una criatura que caminaba erguida y era nuestro primer ancestro conocido. No todo el mundo estaba convencido. Ahora, los investigadores aportan más pruebas que dicen que refuerzan su hipótesis.
En un nuevo estudio publicado el último miércoles analizaron los fósiles de brazos y piernas encontrados cerca del cráneo en África en busca de indicios de que caminaban sobre dos pies en lugar de a cuatro patas. Comenzar a caminar erguidos fue un momento clave en la separación entre los primeros humanos y los simios.
En el reporte publicado en la revista Nature, los investigadores vuelven a colocar a la criatura solo en el lado humano de esa división evolutiva. La especie fósil, llamada Sahelanthropus tchadensis, caminaba erguida y era capaz de trepar a los árboles, apuntaron.
La especie ha sido situada hace alrededor de siete millones de años, lo que la convierte, por mucho, en el ancestro humano más antiguo conocido. Es de casi un millón de años antes que cualquier otro homínido conocido.
Esto ha sido una fuente de intenso debate desde que se descubrieron los fósiles en Chad en el 2001.
En un primer momento, los investigadores, encabezados por científicos de la Universidad de Poitiers en Francia, se fijaron en el cráneo, en los dientes y en la mandíbula de la criatura. Argumentaron que debía caminar sobre dos pies y mantener la cabeza recta en base a la localización del agujero en el cráneo donde la médula espinal se conecta al cerebro.
Otros expertos no estaban convencidos con las primeras evidencias.
Las últimas pesquisas incluyen un hueso del muslo que en un primer momento no se relacionó con el S. tchadensis y que no se estudió durante años. Otros investigadores de la universidad francesa hallaron el hueso en el inventario del laboratorio y se dieron cuenta de que probablemente pertenecía a la especie fósil.
Según el estudio, comparado con los huesos de otras especies, el fémur se parece más a los de los humanos que caminan erguidos que a los de los simios que andan sobre los nudillos.
“No hay una sola característica. Hay un patrón total de características”, indicó uno de los coautores, Franck Guy, acerca del análisis durante una conferencia de prensa.
Aún así, es posible que el debate en torno a la especie continúe.
Ashley Hammond, una científica del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, dijo que se necesita más investigación para hallar el lugar de la criatura en el árbol de la evolución.
“Aún no estoy totalmente convencida”, indicó Hammond. “Esto podría ser también el fósil de un simio”.
Otro investigador del centro francés, Roberto Macchiarelli, había examinado anteriormente el hueso y determinó que la especie era posiblemente un simio. En vista del nuevo estudio, Macchiarelli dijo que seguía sin creer que se trate de un homínido, aunque pudiese haber caminado sobre dos piernas en algunos momentos.