El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, instó a China, uno de los principales acreedores de los países pobres, a participar “plenamente” en los esfuerzos de alivio de la deuda.
“Muchos países ahora enfrentan niveles récord de deuda externa e interna a medida que comienzan las alzas en las tasas de interés”, afirmó el jefe de la institución con sede en Washington.
Alrededor del 60% de los países de bajos ingresos están “en alto riesgo” de sobreendeudamiento, mientras que los mercados emergentes “también están en problemas”, señaló.
“Solo en el 2022 los países tendrán que pagar alrededor de US$ 35,000 millones en servicio de la deuda a sus acreedores oficiales bilaterales y del sector privado, con más del 40% de eso adeudado a China”, precisó Malpass.
“Es crucial que China participe plenamente en los esfuerzos internacionales de alivio de la deuda”, apuntó.
Malpass pidió acelerar la implementación del “marco común” para la reestructuración de la deuda del grupo de naciones del G20, que se creó en noviembre del 2020 para proporcionar alivio de la deuda, o incluso la cancelación a los países que lo soliciten.
Ese programa fue creado para suceder a la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), que el G20 instauró al comienzo de la pandemia de COVID-19 para otorgar a los países pobres una moratoria en los pagos del servicio de la deuda hasta fines del 2020, aunque terminó extendiéndose hasta fines del 2021.